Las islas de San Pedro son ya el primer espacio natural de interés de A Coruña

El Diario Oficial de Galicia publicó ayer el decreto por el que se aprueba el Plan de Conservación do Espazo Natural de Interese Local (ENIL) de las islas de San Pedro. Estos islotes graníticos, situados frente a la costa coruñesa ante el monte del mismo nombre se convierten así en el primer espacio  del municipio coruñés en obtener esta declaración de  manera definitiva. La función del plan, que redactará el Ayuntamiento, es decidir que usos y actividades son permitidos en este espacio natural, y establecer todas las limitaciones necesarias para garantizar su conservación durante los próximos seis años.

El Ayuntamiento se compromete de esta manera a garantizar la conservación de las especies y hábitats presentes en este espacio, y preve destinar más de 100.000 euros a este cometido. Por ejemplo, para instalar un observatorio de aves en la costa más cerca, desde donde se llevarán a cabo actividades educativas. También se incluye un inventario das especies de flora, fauna e de los hábitats presentes en este espacio y varios planes para la  regeneración de zonas degradadas, el fomento de la biodiversidad, la erradicación de especies exóticas invasoras de fauna y de la flora, así como concienciación.

Desde hace 40 años

A este respecto tiene mucho que decir el Grupo Hábitat, que lleva desde su fundación, hace 40 años, observando los islotes, y han realizado numeroso estudios científicos que han contribuido a hacer realidad el ENIL. Santiago Vázquez, su presidente, señaló que “estamos moi orgullosos, porque foi moito traballo altruistas e esperamos que o concello nos siga deixando participar”.  

La designación de ENIL llevaba muchos años durmiendo en un cajón de los despachos de María Pita hasta que se retomó durante el mandato de la Marea Atlántica el proceso que concluyó ayer con la designación del DOG. Las islas de San Pedro tiene valor etnográfico (tiene una antigua cetárea y un embarcadero en la isla Vendaval) pero sobre todo ecológicos, más de lo que deja entrever su pequeño tamaño. Entre ellas, más de 20 especies plantas, además de aves como el cormorán moñudo o cormorán crestado, que comenzó a anidar allí hace tres años, así como las gaviotas patiamarillas y la lagartija gallega e incluso el zorro la visita.

Lamentablemente, la parte más rica de las islas se halla bajo el mar, en el denominado espacio intermareal, donde la diversidad es “enorme”, en palabras de Vázquez. Esta parte no estará protegida por el ENIL, que solo se ocupa de la zona emergida. Vázquez espera que más adelante se pueda extender la protección a esta zona.