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sábado | 20 abril | 2024
redacción > camariñas
Varios comercios de la comarca han sido objeto de timos al recibir propuestas de colaboraciones publicitarias para dos falsas revistas de los cuerpos de seguridad del estado.
Una empresa maderera de la zona dio la alerta al recibir una llamada de una supuesta revista de la Guardia Civil, denunciando el teléfono de la llamada en un cuartel de A Coruña, lo que dio inicio a la investigación del caso.
Además desde otra supuesta revista de huérfanos de la Policía Nacional han efectuado llamadas este verano a establecimientos de toda la zona solicitando colaboraciones.
Tarifas > Los timadores pedían cifras de 200 o 300 euros, y los números de cuenta por vía telefónica. Fuentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han informado que se trata de timos frecuentes.
En abril hubo un juicio contra dos asturianos que también actuaban en Galicia. Timaron a 324 comerciantes presentándose como agentes vinculados a la inexistente Asociación de la Policía Local de Asturias. Uno de ellos recorría negocios de toda la región y animaba a sus propietarios a pagar publicidad en una falsa revista. Al final, la Policía pilló a A. J. F. V., de 60 años y natural de Oviedo, tendrá que enfrentarse a un delito de estafa continuada. Su compinche, una mujer de 60 años de Gijón, también está imputada.
En estos casos pagarán por el timo, pero no por suplantar a un agente. Según informa un agente el hecho de decir que era un policía no es un delito en sí. Otra cosa es que hubiera enseñado una placa o fuera uniformado. La estafa suele ser algo que lleva a engaño y en este caso, el decir que era policía forma parte de dicho engaño.
Otra alerta en la comarca es la de las revisiones de gas. En este caso, varios vecinos de la zona de Ponte do Porto alertaron de unos cobros que es parecían abusivos por unas revisiones en las instalaciones. Más tarde, en Cee o Muxía siguieron con las reclamaciones en la oficina de Repsol de la comarca. Al parecer se trataba de una agencia autorizada y legal pero no dependiente del servicio oficial, que hacia revisiones en muchos casos sin necesidad y con cobros muy por encima del valor real. Pero también hay falsos revisores que piden hasta 150 euros o más por una labor para la que no están autorizados.
Según advierte la unión de consumidores UCE, los supuestos revisores se presentan en pareja en los domicilios, dejando una nota en los portales de los inmuebles con un teléfono de contacto al que no se contesta y una dirección de correo electrónico. Además, para confundir al usuario incluyen los logotipos de la comunidad y de Arbitraje de Consumo, al que se afirma estar adherido.
La Unión de Consumidores recomienda no dejar nunca entrar a personas que se presentan como inspectores del gas si no ha habido antes una comunicación previa por parte de la empresa distribuidora o de la empresa inspectora contratada.
El distribuidor deberá comunicar a los usuarios, con una antelación mínima de cinco días, la fecha de visita de la inspección, solicitando que se le facilite el acceso a la instalación. Si no fuera posible efectuar la inspección por encontrarse ausente, el distribuidor notificará a aquél la fecha de una segunda visita.
Una revisión tiene un coste aproximado de unos 30 euros, según la organización, por lo que cualquier cantidad que exceda esta cifra ha de hacer sospechar al usuario que está ante un intento de estafa. Además, UCE recuerda que la manipulación de las calderas de gas por parte de terceros anula la garantía del aparato.
