El incendio que afecta a Cee y Fisterra lleva calcinadas más de 180 hectáreas

La del miércoles al jueves fue una madrugada interminable para muchos vecinos de Cee, Camariñas, Fisterra y Vimianzo, que durante horas temieron seriamente que el fuego que desde el pasado martes asola muchos montes de la comarca pudiese acabar llegando hasta sus casas. Especialmente tensa fue la situación  en Ponte do Porto  y Toba. 
En esa parroquia ceense a primeras horas de la noche del miércoles se desalojó a los vecinos del núcleo de Sembra, y aunque algunos de ellos pudieron regresar a sus casas avanzada la madrugada, lo cierto es que Medio Rural no desactivó el nivel 2 de alerta por la proximidad del fuego a las viviendas hasta las 15:30  de la tarde de ayer. 
En la propia noche del miércoles el gran frente abierto por el fuego acabó llegando a Sardiñeiro, en donde también se evacuó a parte del pueblo y algunos vecinos pasaron la noche en el pabellón de Fisterra. 
A medianoche del miércoles al jueves la plaga incendiaria se trasladó a los montes a caballo entre Vimianzo y Camariñas, con un foco que se inició en Cures (Vimianzo) y que acabó llevando el miedo a la vecina localidad de Ponte do Porto, más concretamente a la zona urbana de As Barrosas. A primeras horas de la noche de ayer ese incendio que afectaba a la localidad vimiancesa de Carnés se daba por controlado, mientras que el de Toba, en Cee, seguía todavía activo.  Entre uno y otra llevaban arrasadas más de 250 hectáreas.  
A esa superficie calcinada hay que añadir las 28 hectáreas que destruyó el fuego iniciado el miércoles de madrugada en Duio (Fisterra) y que quedó bajo control sobre las 11 horas de ayer. En Cerceda las llamas también devoraron 18 hectáreas de monte como consecuencia de un incendio que quedó definitivamente sofocado pasadas las 4 de la madrugada de ayer. En total desde el martes ardieron en la Costa da Morte cerca de 400 hectáreas de monte. Y la plaga sigue.