Los imputados en la red de blanqueo del “Pastelero” pasan a disposición judicial

Óscar Rial Iglesias, “El Pastelero”, y cuatro personas más pasarán hoy por la mañana a disposición del juzgado de Instrucción número 3 de Vilagarcía. A los cuatro detenidos en el marco de la operación “Fortaleza” el pasado miércoles se les imputa un delito por blanqueo de capitales de dinero, presuntamente, derivado del tráfico de estupefacientes a gran escala. Rial Iglesias es uno de los narcos arousanos más escurridizos y, además, se le atribuye el liderazo de una coordinada red con testaferros repartidos por toda la provincia que, según fuentes de la investigación, conformarían un complejo entramado en el que habría además familiares directos del “Pastelero”.
Fueron los agentes de la Udyco y de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) los que llevaron a cabo una redada en la que se registraron varias viviendas propiedad de Óscar Rial y se incautaron, entre otros enseres, de vehículos de alta gama que permanecen aparcados ahora a las puertas de la Comisaría vilagarciana donde estánlos arrestados desde la mañana del pasado miércoles.
De hecho serán agentes de la Nacional llegados desde Vigo los que servirán de refuerzo a los efectivos vilagarcianos que, desde sindicatos policiales como la Unión Federal de Policía (UFP), demandan un incremento de los mismos con urgencia. Creen además que operaciones como la de esta semana, a gran escala, ponen en evidencia la importancia de que se refuercen los efectivos personales y materiales con los que cuenta actualmente la Comisaría de la capital arousana.
La detención de “El Pastelero” no pilló prácticamente a nadie por sorpresa en la capital arousana. Cabe recordar que el vilagarciano, de 41 años de edad, ya fue arrestado hasta en dos ocasiones anteriores pero que en ambos casos consiguió eludir la prisión quedando absuelto. De hecho no tiene antecedentes penales.
A Óscar Rial Iglesias se le atribuyen un buen número de propiedades patrimoniales, bienes inmuebles, empresas y también vehículos de alta gama a los que la Policía atribuye que podrían proceder del tráfico ilegal de drogas y estupefacientes al más alto nivel.