Ignacio Rivera recibe en Vigo la medalla de oro del Círculo de Empresarios de Galicia

Ignacio Rivera, consejero delegado de Hijos de Rivera, recibió ayer la medalla de oro del Círculo de Empresarios de Galicia-Club Financiero de Vigo en el marco de la celebración de su decimoséptimo aniversario.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, fue el encargado de imponer la insignia a Rivera, antes de la tradicional cena de aniversario, a la que también acudió la ministra de Fomento, Ana Pastor.
Feijóo colocó Estrella de Galicia como ejemplo de “una Galicia única que persigue la mayoría del pueblo gallego” que, ha recalcado, “es más país cada vez que amplía su horizonte”.
Destacó que el grupo Hijos de Rivera, que factura 250 millones de euros y emplea a más de 500 personas, es un ejemplo de “empresa familiar” que ha sabido, con su apuesta por la internacionalización, trazar un camino “para ganar el futuro”.
Feijóo hizo hincapié en que Galicia está dando los primeros pasos para salir de “un periodo duro”, a lo que ayuda contar con “grandes referentes” como Estrella de Galicia e Ignacio Rivera, que contribuyen a difundir “la mejor imagen” de la comunidad “por todo el mundo”.
“Galicia tiene fuerza cuando la sociedad civil, los agentes sociales, los empresarios y las instituciones se unen”, proclamó el presidente de la Xunta, quien recordó el recientemente constituido foro “Estrategia de Internacionalización”, donde las pequeñas empresas puedan aprender de las más grandes.
El objetivo de la iniciativa, recalcó Feijóo, es aumentar de aquí a 2020 las exportaciones en más de un 25%, hasta superar los 23.000 millones anuales, conseguir un crecimiento del 25% en el número de empresas exportadoras hasta alcanzar las 8.000 e incrementar la participación de las exportaciones en el PIB hasta un 40%.
En una línea similar, el presidente del Círculo de Empresarios de Galicia-Club Financiero de Vigo, Javier Garrido, quiso destacar que el homenajeado su contribución de llevar el nombre de Galicia “a todas las partes del mundo”.
Garrido animó a los presentes a “ser comerciales del propio país” y a “empezar a pensar en grande”, lo que significa “abrirnos a lo más lejano, pero también a lo más cercano”.