Un hombre atraca con un cuchillo de grandes dimensiones una sucursal bancaria en Pontevedra

La sucursal de Abanca situada en el número 14 de la calle José Malvar de Pontevedra fue objeto ayer de un atraco, para el que el ladrón empleó un cuchillo de grandes dimensiones. Según fuentes de la investigación, el asaltante es un varón moreno, que llevaba gafas de sol y portaba un cuchillo de grandes dimensiones, y que se dio a la fuga a pie. La Policía Local, Nacional y la Guardia Civil han establecido un dispositivo de búsqueda para tratar de dar con el atracador.
Desde el gabinete de comunicación de Abanca detallaron que el suceso tuvo lugar poco antes del cierre de la oficina, sobre las 14.00 horas. El asaltante entró en el recinto amenazando con el arma a los empleados y se estima que se hizo con un botín de entre 2.000 y 3.000 euros, una cantidad que desde Abanca no pudieron confirmar a la espera del arqueo de caja. Desde la entidad bancaria informaron de que todo el personal de la oficina se encuentra en perfecto estado, ya que ninguno de ellos sufrió daños durante el atraco.  
El pasado día 22, un hombre atracó una oficina del Banco Pastor ubicada en el centro de Parga, en Guitiriz, y logró robar de la caja una cantidad que superaría los 4.000 euros.
Fue en torno a las 14.00 horas cuando el hombre entró en la sucursal armado con un cuchillo. Una vez dentro de la oficina habría intimidado y atado de pies y manos a la empleada de la entidad, la única que se encontraba en ese momento en el banco.  Ya con el botín, el atracador emprendió la huida en un vehículo. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron agentes de la Guardia Civil, que emprendieron una investigación. Con tal fin, tomaron declaración a la empleada del banco y a otra mujer que fue testigo de los hechos.
Por otro lado, el pasado 12 de enero, agentes del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron por un robo con violencia a una mujer de 50 años con domicilio en Redondela (Pontevedra), a la que sorprendieron in fraganti en el momento en que perpetraba un atraco en una oficina bancaria de Vigo, donde había retenido a tres trabajadoras a la espera de poder abrir la caja fuerte.
Después de comprobar que no había cómplices o vehículos sospechosos en las inmediaciones, dos policías simularon ser clientes y aprovecharon que la atracadora se acercaba a la puerta para pedirle que la abriera, tras lo que se abalanzaron sobre la mujer.