Hernández convoca “a todos” a devolver la normalidad a Santiago al recibir el bastón de mando

Hernández convoca “a todos” a devolver la normalidad a Santiago al recibir el bastón de mando
GRA199. SANTIAGO DE COMPOSTELA, 08/07/2014.- El recién alcalde electo del partido Poular de Santiago de Compostela, Agustín Hernández (i), recibe el bastón de mando de su antecesor, Ángel Currás (d), y pasa a ser

Santiago cuenta desde ayer con un nuevo alcalde, Agustín Hernández, el tercer regidor desde que en mayo de 2011 el PP obtuviera la mayoría absoluta en la capital gallega tras más de dos décadas en la oposición.
Hernández fue elegido en un pleno extraordinario en el que  el BNG no participó y en el que tomaron posesión los nueve concejales por designación del PPdeG cuyas plazas estaban vacantes desde hace un mes.
Una sentencia condenó a siete concejales del PP por prevaricación, lo que sumado a la renuncia de otros dos ediles de este grupo imputados en la operación “Pokémon”, dejó nueve de los trece escaños de este partido vacantes, hecho que provocó que el hasta ayer alcalde, Ángel Currás, anunciase su dimisión, que hizo efectiva ayer.
Currás relevó en 2012 a Gerardo Conde Roa, que no aguantó un año en el cargo, y que abandonó por estar imputado por un presunto delito de fraude fiscal, por el que luego fue condenado.
Para cubrir esas vacantes, el PP cuenta con dos integrantes de la lista de 2011, el propio Hernández y la diputada en el Congreso Marta González, y con siete concejales no electos, motivo por el que PSdeG y BNG anunciaron que recurrirán al Tribunal Constitucional.
El nuevo alcalde mostró en su discurso su intención de contar con “todos” en su etapa al frente del ayuntamiento para recuperar la normalidad en una ciudad de la que tanto los que viven en ella como quienes la visitan se puedan sentir orgullosos.
En su intervención en el pleno, tras jurar el cargo como alcalde, se comprometió a trabajar por la ciudad y aseguró que escuchará a todos, incluidas las críticas, porque la ciudad no se puede construir desde la óptica de una única opción política, sino que es una tarea común.
Preguntado tras la finalización del pleno por la ausencia de los concejales del BNG, que plantaron la sesión, Hernández calificó esta actitud como “postureo político” e insistió en que aguarda colaboración por parte del partido nacionalista y del PSdeG, ambos en la oposición, ya que como dijo en su discurso “todos tienen sitio en la tarea común” de Compostela.
El nuevo alcalde apostó por “propiciar un cambio que genere ilusión y confianza” en los vecinos de la ciudad y también por la forma de actuar, aumentando la transparencia en la gestión y “haciendo del diálogo una herramienta habitual, dentro y fuera del ayuntamiento, en el seno de la corporación y en las relaciones con los vecinos”.
Reconoció que la ciudad vivió una situación “extraordinaria” por “circunstancias especiales” que “condicionaron” la vida municipal y de las que dijo que algunas son ajenas al ayuntamiento en las que, en cualquier caso, el PP asume la cuota de responsabilidad que le corresponde y también asume toda la responsabilidad para su inmediata solución, “desde ahora y para el futuro”.
Además, anunció que hoy da a conocer el reparto de las tareas de gobierno e indicó que se reserva para él la portavocía del ejecutivo municipal.
El hasta ayer alcalde, Ángel Currás, que seguirá como concejal, recordó en su intervención los “momentos difíciles, con las convulsiones e incertidumbres de la tarea de gobierno por las circunstancias vividas, o la reciente sentencia que apartó a los compañeros de gobierno”.
Confió en que Hernández y su equipo devolverán a Santiago su “natural serenidad institucional, estabilidad y continuidad”.

gritos
Mientras se desarrollaba el pleno un centenar de personas protestaban en la plaza do Obradoiro profiriendo gritos contra la toma de posesión de Hernández.
Dos de estos manifestantes fueron detenidos cuando se saltaron el cordón policial al paso del vicepresidente Alfonso Rueda, que asistió al pleno.
Los portavoces de los grupos de la oposición, el socialista Francisco Reyes y el nacionalista Rubén Cela, vieron en el nombramiento de Agustín Hernández un epílogo del anterior gobierno y coincidieron en cuestionar un Ejecutivo local, con mayoría de no electos, que no cuenta con la “legitimidad” de los votos.
Al respecto de las protestas que se sucedieron en las inmediaciones del ayuntamiento, Reyes y Cela coincidieron al considerar que el nuevo gobierno “no podría comenzar peor”.
Reyes apuntó que es la primera vez que se acordona “más de la mitad” de la plaza do Obradoiro para “impedir” que los ciudadanos se acercasen a lo que el mismo Hernández definió como “la casa común de todo el vecindario” de Compostela.
El nacionalista, por su parte,  tildó de “desafortunada y desproporcionada” la actuación policial en la plaza.

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