Aumenta en Galicia el número de personas que viven solas

Aumenta en Galicia el número de personas que viven solas
Aumenta en Galicia el número de personas que viven solas

El número de personas mayores de 65 años que viven solas en Galicia no ha dejado de crecer en los últimos años, y ha pasado de 110.800 en el año 2013 a 128.800 en el año 2018 (un incremento del 16,2%), un síntoma más del envejecimiento de la población y, según los expertos, un "problema público muy preocupante", teniendo en cuenta que la soledad es uno de los principales factores de riesgo en la muerte prematura de este sector de la población.

Los numerosos casos de ancianos que fallecen solos en sus casas y cuyas muertes no se conocen hasta días, semanas o incluso meses después, confirman lo que ya reflejan las estadísticas: cada vez hay más personas mayores que viven solas y los servicios de atención y seguimiento no llegan a todos.

Según el doctor Carlos Dosil, experto en Psicogerontología y miembro de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría, en el año 2018 vivían solas en Galicia 278.600 personas (de las que 128.800 eran mayores de 65 años) y las previsiones apuntan a que, en 2031, se alcancen los 330.000 hogares unipersonales.

En este escenario, que afecta especialmente a las mujeres (suponen casi el 67 por ciento de los casos en mayores de 65 años) es fácil deducir que el número de casos de ancianos que mueren en la soledad de sus domicilios puede aumentar si no se toman medidas.


"DETERIORO PROGRESIVO"

Estas personas tienen muchas probabilidades de sufrir un "deterioro progresivo" en sus condiciones de vida y de salud, si no disponen de adecuadas herramientas o de servicios de atención y acompañamiento.

"Las personas mayores solas pueden fácilmente abandonar hábitos de higiene, adherencia a tratamientos médicos, etc. Este es el problema, que haya un deterioro y que estas personas estén abandonadas por la sociedad", ha incidido este experto, quien ha advertido de que "hay más posibilidades de trastornos del estado de ánimo" en esos casos.

En ese sentido, ha reconocido la dificultad de hacer "seguimiento" de todas esas personas, habida cuenta de que los recursos que la administración pone a disposición son limitados y la propia sociedad "muchas veces les da la espalda".

A ello se suma el problema demográfico, que convierte esta situación en un "círculo vicioso" porque hay cada vez más personas mayores solteras y sin hijos, y que no tienen una red de apoyo familiar.

En este análisis coincide la coordinadora del área de Personas Mayores y Discapacidad de Cruz Roja en Galicia, Loreto Somoza, quien ha señalado a Europa Press que, no obstante, "hay que tener presente que ser mayor no siempre es sinónimo de estar deteriorado o ser dependiente".

Loreto Somoza ha precisado que, "a veces, más que una cuestión de incremento económico, se trata de optimizar esos recursos".

La responsable del área de Mayores de Cruz Roja en Galicia ha añadido también que, en Galicia, los recursos destinados al sistema de dependencia están influidos por los cambios operados en el IRPF desde 2017. Desde ese momento, los fondos recaudados en la 'casilla de fines sociales' de la declaración de la renta son, en un 80 por ciento, gestionados por la Xunta.
 

Aumenta en Galicia el número de personas que viven solas

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