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jueves | 18 abril | 2024
El Ministerio Fiscal mantuvo en sus conclusiones definitivas la petición de una pena de seis años de prisión para un abuelo octogenario por realizarle, supuestamente, tocamientos a su nieta menor de edad.
En el juicio, que se celebró ayer en la Audiencia Provincial de Lugo y quedó visto para sentencia, el fiscal mantuvo su acusación contra el octogenario como presunto autor de un delito continuado de agresión sexual, seis años de prisión y otros 16 de alejamiento, así como una indemnización de 9.000 euros. La letrada de la defensa pidió su libre absolución.
Los hechos sucedieron en el año 2012, en el término municipal de Cospeito, cuando la niña tenía solo ocho años de edad.
En el transcurso de la vista oral, el abuelo negó los hechos que se le imputaban por parte del ministerio público y aseguró que “nunca” tocó a su nieta con el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales.
Sin embargo, la niña se ratificó en su declaración.
La madre contó que descubrió la situación por las pesadillas que tenía la niña quien, finalmente, le explicó lo que sucedía. Una psicóloga clínica fue clara en su declaración al asegurar que los tocamientos ocurrieron.
Por otro lado, el juicio que ayer iba a celebrarse en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lugo contra tres piquetes informativos por los supuestos delitos de coacciones laborales y daños en el transcurso de la huelga del transporte de mercancías por carretera, en junio de 2008, quedó finalmente aplazado hasta el día 2 de septiembre.
El ministerio público pide para cada uno de los tres acusados, J.C.F –de 44 años–, A.M.V –57 años– y J.L.R.C –52 años–, un año de prisión por un delito de coacciones laborales, así como una multa de 2.700 euros.
Para uno de los tres procesados, J.C.F, el ministerio fiscal pide además la imposición de una multa de 3.600 euros por un delito de daños, así como que indemnice a una empresa de transportes con sede en Madrid con la cantidad de 1.685 euros, por los desperfectos ocasionados en uno de sus camiones.
Según el escrito de acusación, los tres piquetes coaccionaron el día 11 de junio de 2008, en el transcurso de la huelga que se produjo entre los días 6 y 17, a varios transportistas de esa misma empresa madrileña para que dejasen de trabajar.
En un momento dado, J.C.F, “efectuó unos disparos” con una “especie de pistola neumática” y “pinchó cinco ruedas” y “cuatro bombonas de suspensión” de uno de los vehículos de esa misma empresa.
