12º-17º
martes | 14 mayo | 2024
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió ayer la necesidad de que los agentes políticos, económicos y sociales estén “a la altura” en la actual situación económica y señaló que al igual que en el pasado fue posible “hablar, debatir, cooperar y acordar”, también “sea posible” en la actual legislatura.
Feijóo participó en la apertura del XI congreso de UGT en Galicia, en el que fue recibido con silbidos y abucheos por un grupo minoritario de sindicalistas, que abandonó la sala.
Tanto el presidente del comité organizador como el secretario general de UGT, Cándido Méndez, pidieron respeto para el presidente de la Xunta, con el que hay “diferencias abismales”, pero al que reconocieron que pese a esas discrepancias acudió a la invitación del sindicato.
Feijóo explicó en su intervención que los problemas se afrontan de un mejor modo “unidos” y se avanza para superarlos cuando se hace hincapié en las causas que unen a las organizaciones políticas, económicas y sindicales, que las que las separaran.
De este modo, el mandatario aludió “al espíritu” de la Transición, en la que Galicia y España tenían problemas diferentes, pero a los que se puede “aplicar la misma terapia: unidad”.
El presidente señaló que por eso no ha tenido “ninguna duda” para acudir al congreso de UGT y si bien reconoció que la sociedad no demanda un pensamiento único, consideró que sí reivindica “unidad de acción”.
“Podemos diferir, pero hay que llegar a posturas moderadas y útiles, que son las que demanda la gente”, señaló.
Destacó que no acudía al congreso a pedir “condescendencia” con las decisiones “indelegables” de su Gobierno, ni “conformismo” con la situación actual. Pese a que incidió en que Galicia presenta datos “mejores” que otras comunidades, “hay un indicador que habla por sí mismo y que deja sin efecto todos los anteriores: 290.459 parados”.
“Ese es el verdadero problema, la preocupación de los sindicatos y los partidos”, señaló, y advirtió de que hay algunos “que intentan que no haya partidos ni instituciones ni sindicatos y que intentan que se devalúen: pero no hay un sistema que pueda sustituir a la democracia”.
Afirmó que la Xunta “tiene muy claro” que intentará “acordar, converger, ser útil y leal” a Galicia e indicó que el “futuro” no pasa por las voluntades, sino por acertar en las medidas.
Por su parte, el líder de UGT, Cándido Méndez, dijo que “el destino final” de las políticas de Mariano Rajoy, pese a que España “no está rescatada”, es “el mismo” que el de Grecia. Señaló que no le gusta oficiar como “profeta de la catástrofe”, pero tampoco como “perseguidora de espejismos. Y cuando se dice que con estas políticas saldremos de la crisis se está persiguiendo un espejismo”, advirtió.
