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jueves | 25 abril | 2024
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha inaugurado este viernes la variante de Noia (A Coruña), una obra que, a su juicio, "entregará un puerto a Santiago de Compostela y acercará las playas al Apóstol", ya que reducirá el tiempo de desplazamiento entre la localidad costera y la capital gallega en unos diez minutos.
"Este es un momento histórico para los vecinos de Noia y todos los pueblos de su alrededor porque llevábamos esperando mucho tiempo la inauguración de este vial. Hoy no es un día más, hoy es un punto y aparte en la historia de toda esta zona", ha declarado el presidente de la Xunta.
El jefe del ejecutivo gallego se ha referido a este nuevo vial como una "infraestructura fundamental" para la "vertebración" de la línea costera de Galicia y para el desarrollo "económico", "turístico" y "social" de toda la comarca del Barbanza.
"Hoy acercamos Outes, Muros, Noia, Ribeira y Porto do Son a Compostela, pero también a un aeropuerto internacional y a un tren de velocidad en la capital de Galicia. A partir de hoy mismo, todos los visitantes que llegan a Compostela tendrán la playa a sólo 20 o 25 minutos", ha subrayado.
Con la puesta en servicio de esta vía, en la cual se han invertido casi 50 millones de euros y que está operativa desde las tres de esta tarde, se cumple la previsión de abrir este vial para el primer fin de semana de julio.
"Se ha conseguido un gran desafío técnico y esto va a potenciar el turismo de la zona, la industria blanca que no contamina. El turismo da empleo a 100.000 personas y representa el 11 por ciento del PIB de Galicia", ha recordado Núñez Feijóo.
Asimismo, ha remarcado que esta obra, en la que han trabajado 600 personas de forma directa, es, después del que une la Illa de Arousa con Vilanova, el "más largo" que lleva construido la administración gallega en su historia y "el puente atirantada" de mayor longitud de Galicia.
"Estamos hablando de una obra sinónimo de progreso, modernidad, compromiso y de ejemplo del esfuerzo de la Xunta para conseguir que Galicia salga adelante en un momento en el que estamos sufriendo la peor crisis económica de los últimos años", ha manifestado.
Esta inauguración ha supuesto la primera para la nueva conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, quien ha heredado esta obra de su antecesor y futuro alcalde compostelano, Agustín Hernández, que ha sido el más aclamado por los vecinos presentes.
"Las obras públicas no tienen ni dueño ni propietario porque están ligadas a numerosos nombres y responden a una voluntad colectiva y a una planificación de muchas personas. Desde hoy este puente es parte de nosotros, de nuestras vidas", ha declarado Hernández durante su intervención.
El futuro alcalde de la capital de Galicia, que intervino animado por el regidor de Noia, Rafael García Guerrero, ha recordado los "numerosos" e "importantes" problemas que se tuvieron que superar desde que se aprobó por primera vez la obra "hace casi diez años".
"Este nuevo viaducto es un símbolo de modernidad y un compromiso personal del presidente de la Xunta, quien en 2008 antes de lograr su actual condición comprometió su palabra en la realización de esta vía", ha señalado Hernández.
Por su parte, su sucesora al frente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Ethel Vázquez, ha asegurado que "gracias a esta variante las aglomeraciones que cada verano se vivían en el centro de Noia son cosa del pasado".
"Esta obra eliminará más de dos millones de vehículos del centro de Noia cada año y mejorará la movilidad de toda la comarca. A pesar de la complejidad técnica de una infraestructura de esta envergadura, esta variante ha conseguido el condicionante irrenunciable de no afectar a los bancos marisqueros de la Ría de Noia".
Finalmente, el alcalde socialista de Noia ha agradecido a Núñez Feijóo el "fuerte compromiso personal" que siempre ha tenido con la localidad desde que llegó a la presidencia de la Xunta.
Cerca de la carpa donde se realizaron los discursos, miembros de la Plataforma de Emigrantes Retornados del Barbanza protestaron para pedir "justicia" portando pancartas en las que se podía leer "los pensionistas somos trabajadores y no defraudadores".
