El valedor presenta su renuncia ante la polémica surgida por la dependencia

El valedor presenta su renuncia ante la polémica surgida por la dependencia
López, antes de iniciar la que se ha convertido en su última comparecencia en la Cámara como Valedor efe

 El Valedor do Pobo, Benigno López, presentó ayer la renuncia de su cargo, mediante un breve escrito presentado a las 18.00 horas en el Registro del Parlamento de Galicia y en el que no explica los motivos de su renuncia.

López (A Coruña, 1952) tomó posesión el 27 de julio de 2007, durante la pasada legislatura, tras ser designado por unanimidad para el cargo por el Parlamento el 17 de ese mismo mes, por lo que en apenas dos meses finalizaba su mandato.

Antes de ocupar el cargo de alto comisionado de la Cámara autonómica, Benigno López ejercía como magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

 

Presión política > Durante los últimos días, la presión política de los grupos de la oposición sobre la figura del Valedor do Pobo aumentó debido a unas declaraciones en las que justificaba los recortes del Gobierno y ponía en duda la viabilidad de la ley de dependencia.

Estas declaraciones ya provocaron entonces, hace dos semanas, la dimisión de una de las vicevaledoras, Dolores Galovart, la designada a propuesta del PSdeG, por su rechazo a estas valoraciones hechas por el Valedor.

Pese a la presión de socialistas y nacionalistas en el Parlamento gallego, ayer mismo, tras la celebración de la Xunta de Portavoces, el portavoz del grupo mayoritario de los populares gallegos, Pedro Puy, defendió la continuidad del Valedor, ya que su mandato expiraba dentro de dos meses, momento en el que los grupos habrían de acometer su sucesión.

Desde su toma de posesión, el 27 de julio de 2007, Benigno López González protagonizó diferentes polémicas, destacando especialmente los severos reproches que suscitaron desde las filas del Bloque sus comentarios sobre el gallego.

 

Sus inicios > El alto comisionado, poco más de un mes después de tomar posesión de su cargo, suscitó las tempranas críticas del por aquel entonces presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, y del en aquel momento vicepresidente, el nacionalista Anxo Quintana, al asegurar que la introducción del gallego en el ámbito jurídico podía generar “inseguridad” a los no duchos en este idioma.

Más adelante, a finales de 2011, aceptó a trámite una reclamación de un dirigente vigués de UPyD sobre un libro de texto, que provocó la modificación por parte de la Consellería de Educación e Ordenación Universitaria donde recogía que el gallego “es la lengua propia de Galicia”, pero no añadía la condición de cooficialidad del castellano.

Poco antes, en el año 2010, había afeado a la Xunta y al Ayuntamiento de A Coruña, regido por el bipartito, la edición de una guía de consumo con una única versión en gallego.

La última polémica la suscitó cuando seguro que la Ley de Dependencia “nació muerta” por falta de presupuesto. Esta aseveración motivó la dimisión de la vicevaledora Galovart, y críticas desde numerosos partidos y sindicatos.

El Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de Galicia (Cermi Galicia) llegó a pedirle que rectificase sus palabras sobre la necesidad de suspender la aplicación de la Ley de Dependencia o dimitiese de su cargo.

El valedor presenta su renuncia ante la polémica surgida por la dependencia

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