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jueves | 25 abril | 2024
Un tribunal militar se encargará de determinar la próxima semana si el teniente de navío P.V.S. es responsable del fatal accidente ocurrido el día 19 de diciembre de 2005 en la fragata \“Extremadura\”, atracada en el Arsenal de Ferrol, en el que perdieron la vida el cabo primero Francisco Javier Pérez Castrillón, de 28 años, natural de Bilbao y vecino de Narón, y el marinero Erik Noval Gómez, de 20 años y domiciliado en Cambre. El buque tenía prevista su salida al mar ese día para la realización de unas pruebas y el procesado, que no se encontraba a bordo, había dado orden del encendido de las calderas, proceso en el que se registraron una serie de incidentes que, al parecer, trató de resolver a través del teléfono y que desembocaron en una explosión en una de las calderas.
El trágico suceso ocurrió cuando la fragata estaba atracada en los muelles del
Arsenal de Ferrol
El fiscal jurídico militar plantea, en sus conclusiones provisionales, que los hechos son constitutivos de un delito consumado contra la eficacia del servicio y solicita para el acusado la pena de un año de prisión y suspensión de empleo.
Por su parte, la acusación particular, ejercida por la abogada Eva Añón en nombre de los padres de Erik Noval, imputa a P.V.S. un segundo delito e interesa la pena de dos años de prisión, además de una indemnización en concepto de responsabilidad civil por daño material y moral, planteando la posibilidad de que sea el Estado quien la asuma, de forma subsidiaria.
El juicio dará comienzo el próximo lunes, día 16, a las nueve de la mañana en el Tribunal Militar Territorial Cuarto y a lo largo de las cuatro jornadas fijadas está previsto que presten declaración cuarenta personas, entre peritos y diferentes mandos militares, como el que en esa época era el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Sebastián Zaragoza Soto.
Cabo Gago
También está citado a declarar en calidad de testigo Jorge Gago Chao, que fue el que denunció públicamente los hechos ocurridos ese día en la fragata \“Extremadura\”, de cuya tripulación formaba parte como cabo. Su proceder, que propició una serie de movilizaciones ciudadanas exigiendo que se investigara el accidente y se depuraran responsabilidades, fue objeto de un expediente disciplinario por parte de la Armada, que finalmente se retiró gracias a la mediación de la Reina Doña Sofía. Pese a ello, meses después, el cabo Gago abandonó las Fuerzas Armadas.
Las diligencias abiertas a raíz de esta denuncia también sufrieron numerosos vaivenes. Inicialmente, la Armada descartó el error humano y atribuyó el accidente a un fallo de material de la fragata.
En septiembre de 2009, el juez togado elevó una propuesta al Tribunal Militar solicitando el sobreseimiento definitivo del sumario, acto al que se opusieron la abogada de la familia de Erik Noval y el fiscal jurídico militar. Finalmente, se acordó la apertura de juicio oral. n
