El fiscal solicita quince años de prisión para el autor del robo del códice

El fiscal solicita quince años de prisión para el autor del robo del códice
castiñeiras, junto a su abogada, sale del tribunal santiagués efe

El fiscal solicita para el autor confeso del robo del códice Calixtino en 2011, Manuel Fernández Castiñeiras, quince años de prisión por la presunta comisión de cuatro delitos y el pago de 2,3 millones a la catedral de Santiago, como responsabilidad civil.

El fiscal pide en el escrito de acusación una pena de cinco años por un delito continuado de robo con fuerza y otra de dos años por un delito contra la intimidad, a los que suma otra petición de cinco años por otro delito de robo con fuerza y tres años más por blanqueo de capitales.

Además, la Fiscalía solicita por estos delitos una multa de 300.000 euros, el comiso de cinco fincas y de distintas llaves, y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo.

Para Fernández Castiñeiras el fiscal pide, además, en concepto de responsabilidad civil, que indemnice a la catedral con 2,3 millones, así como otra cantidad “a determinar” por las sustracciones entre el 1 de enero y el 4 de julio de 2012, y con 2.272 euros al exdeán José María Díaz.

Para la mujer del acusado, Remedios Nieto, la Fiscalía solicita por un delito de blanqueo la pena de un año y seis meses de prisión, inhabilitación especial para el sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 300.000 euros y el comiso de las mencionadas fincas propiedad del matrimonio.

Al hijo de ambos, Jesús Fernández Nieto, al que se le acusa de un delito de receptación, se le pide la pena de prisión de seis meses, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, y el comiso de las fincas.

El códice, así como otros libros de valor, fue recuperado un año después de su sustracción en un garaje propiedad de Fernández Castiñeiras en Milladoiro.

 

entre sus ropas

Castiñeiras sacó el manuscrito del siglo XII del Archivo de la catedral oculto entre sus ropas. Así consta en el escrito firmado por el fiscal Antonio Roma y que ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago.

En sus conclusiones provisionales, el fiscal señala que el acusado, extrabajador de la basílica, disponía de una llave de acceso desde el claustro, “que había adquirido por medios no determinados”, pero que, en cualquier caso, no devolvió a la finalización de sus servicios y que ocultaba en la capilla del alba con una nota manuscrita por él mismo para poder identificarla.

Valiéndose de la mencionada llave, Fernández Castiñeiras accedió al Archivo catedralicio a través del claustro y abrió la caja de seguridad en la que se encontraba el códice Calixtino, “que ocultó entre sus ropas y se llevó del lugar”.

Una vez sustraído el manuscrito, considerado la primera guía de peregrinos y con un valor de aseguramiento de 7 millones, el acusado lo “ocultó entre sus ropas” y se lo llevó hasta su garaje en Milladoiro, en el que sería recuperado un año después.

Indica también que el acusado prestó sus servicios como electricista para la catedral antes de 2005 y que para el desempeño de los trabajos que iban surgiendo le fueron entregadas llaves de acceso a diferentes puntos del edificio catedralicio.

Sostiene que Castiñeiras “no devolvió las llaves, haciéndolas propias”, y guardándolas en su domicilio, en su vehículo o en lugares ocultos al público y al personal en la capilla del alba.

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