11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Cuando a principios del pasado curso escolar la Consellería de Educación planteó el reagrupamiento de alumnos en un aula en municipios del rural gallego, hubo algunos vecinos que decidieron no quedarse parados y comenzaron a buscar soluciones para evitar la vuelta a las escuelas unitarias.
Con la difícil tarea de fijar población, varios pueblos colgaron atractivas propuestas para animar a las familias con hijos a vivir en el rural, un esfuerzo que ahora ha quedado reflejado en un cortometraje grabado con un Iphone.
La historia se centra en el municipio ourensano de Vilariño de Conso, que con tan sólo seiscientos habitantes, ofreció alquileres baratos, de entre 100 y 200 euros, asequible precio que le permitió ganar diez familias.
Esta historia, iniciada hace un año con gran interés mediático, se ha convertido en el punto de partida de los alumnos de 3º de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), quienes han decidido llevar esta iniciativa a la gran pantalla con el fin de evitar de que se quede en el olvido.
"El objetivo principal es recordar el sacrificio del pueblo de Vilariño de Conso por la educación de sus pequeños y dar a conocer los resultados de la experiencia", señalan los creadores de este proyecto gráfico.
La propuesta, que comenzó como un trabajo para una asignatura de la carrera, pronto se convirtió en "algo más" que eso.
"Lo cogimos con ganas y decidimos hacer un corto-documental para dar a conocer la historia de Vilariño", ha explicado a Efe una de las promotoras de la idea, Sabela Freire.
Según abunda esta estudiante, la idea era mostrar a la gente "cómo evolucionó este plan" emprendido por una asociación de vecinos de la localidad mencionada.
En aquel momento, el colegio de Vilariño formaba parte de la lista de centros en los que sus alumnos iban a ser reagrupados en un aula al no llegar al mínimo exigido por la Xunta de Galicia, algo que no se llevó a cabo ante la llegada de nuevas familias al pueblo.
Pese a la gran acogida inicial, Freire aclara que algunas familias "se fueron porque no era lo que esperaban".
No en vano, en algunos casos se trasladaron de grandes ciudades a la pequeña población gallega, "a muchos kilómetros" de una urbe.
Uno de los grandes atractivos de este documental es el formato utilizado en su rodaje.
El equipo, integrado por unas treinta personas, se valió de iphones para rodar las secuencias.
Para ello se utilizó la denominada iPhoneography o smartphoneography, una especie de "movimiento artístico" de aparición bastante reciente y que consiste en hacer arte fotográfico, mediante el conocido Smartphone.
Para ello, un grupo conformado por unos veinte estudiantes se desplazó a Vilariño durante cuatro días, con el propósito de hablar con alumnos que llegaron, a fin de conocer "sus primeras impresiones".
También se reunieron con la promotora de esta iniciativa, Manuela González; con el director del centro educativo y con el alcalde.
La segunda parte es editar el proyecto y presentarlo a finales del mes de noviembre en Vilariño de Conso y en Santiago de Compostela.
A partir de ahí, pretenden moverlo por diferentes festivales.
El objetivo, dar a conocer esta problemática del rural "que está pasando en muchas aldeas de Galicia", concluye esta estudiante. EFE
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