Condenan a 10 años de cárcel al vilanovés Prado López por el alijo de coca del Nikolay

Multas millonarias y penas que suman los 205 años de prisión para una treintena de acusados. Ese es el resultado de la sentencia de la sección dos de la Audiencia Nacional por el alijo de casi tres toneladas de cocaína interceptado en agosto de 2012 por el Grupo Especial de Operaciones a bordo del barco Burgas III, que navegaba a unas millas de Cabo Verde bajo el nombre de SV Nikolay.
Entre los condenados se encuentra el vilanovés Manuel Prado López, contrabandista histórico de los ochenta que dio el salto a la droga y cuya familia poseía un furancho en Castroagudín (Cea) desde donde se concertó la operación en la que estaban implicados diversas ramas internacionales, con conexiones en Colombia, desde donde llegaba la droga, Bulgaria, Galicia y Madrid.
El arousano, que es familiar directo de los hermanos Prado Padín, tendrá que abonar también una multa de 450 millones de euros. Una de las sorpresas de la sentencia es la absolución del que los investigadores y el fiscal consideraban el cabecilla de la rama: Diego Vélez, un empresario colombiano afincado en Oviedo. “Entiende este tribunal que no queda suficientemente acreditada la participación del acusado referido en los hechos objeto de acusación pública que determine una responsabilidad penal”, señalan desde el tribunal presidido por Concepción Espejel y del que forman parte los magistrados Julio de Diego y Enrique López, que aplica el principio “in dubio pro reo”. Una de las máximas penas es para el que fue sargento primero de la Guardia Civil de Corcubión, condenado a quince años de cárcel y una multa de mil ochocientos millones de euros.
La sentencia lo absuelve de un delito de depósito de armas de guerra por considerar que no es vinculante con los hechos juzgados. La Audiencia Nacional rechaza la mayoría de los recursos presentados por la defensa que, entre otras cosas, pedía la nulidad del abordaje del barco.
La operación “Espartana”, que acabó con esta red internacional, fue llevada a cabo por las unidades Udyco y Greco, de la Policía Nacional.