Condenados a entre nueve y 22 años quince lancheros de Arousa

La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 9 y 22 años de prisión a quince integrantes de bandas de “lancheros” de la ría de Arousa, redes que se encargan de transportar la droga desde barcos nodriza en el Atlántico hasta las costas gallegas, y ha absuelto a otros once.
Así se ha resuelto el juicio celebrado el pasado noviembre contra los 26 miembros de dos bandas diferentes, una de ellas la del fallecido Manuel Abal Feijóo, alias “Patoco”, ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia.
En el banquillo se sentaban los detenidos en 2009 en la calificada como la operación más importante llevada a cabo hasta la fecha contra estos “lancheros”, acusados de delitos de narcotráfico en organización criminal.
Entre ellos está Gregorio García Tuñón, alias “Yoyo”, que asumió el mando de la banda tras la muerte de “Patoco” en un accidente de tráfico en noviembre de 2008, cuando la Policía ya seguía el rastro de la red de narcotraficantes.
“Yoyo” fue condenado a una pena de trece años y seis meses de prisión por narcotráfico y pertenencia a organización criminal en grado de jefe de la red.
A la misma pena fue sentenciado Juan Carlos Fernández Cores, alias “Parido”, considerado el cabecilla de otra organización que operaba en la ría.
La mayor condena, de 22 años por dos delitos de narcotráfico, ha recaído sobre Baltasar Vilar Durán, mientras que José Ángel Vázquez Agra tendrá que cumplir 11 años de cárcel.
El resto de condenados, todos a nueve años de cárcel, son José Manuel Gondar Otero, Pablo García Fabeiro, José Vázquez Pereira, Ramón Fabeiro Torres, Rogelio Fabeiro Torres, Gabriel Fabeiro Torres, José Ramón Rey Pereira, Benito Abal Feijoo, José Manuel Cores Losada, Ricardo Cacabelos Charlín y Marcos Luis Padín Martínez.
Los acusados formaban parte de dos bandas, la liderada por “Yoyo” y la encabezada por “Parido”, que estaban asentadas en la zona de Vilagarcía de Arosua y se dedicaban a acondicionar embarcaciones de tipo planeadoras de gran potencia.
Con ellas, recogían importantes partidas de cocaína en alta mar y luego la trasladaban hasta barcos nodriza de organizaciones sudamericanas propietarias de la droga, que les pagaban con dinero o con parte de la sustancia estupefaciente.
La banda de “Patoco” contaba con un barco pesquero para las labores de repostaje y logística, así como con varias naves con acceso directo al Ulla donde escondían las embarcaciones.