Carballo descarta la bolsa de alquiler social al no lograr funcionar en 3 años

Carballo descarta la bolsa de alquiler social al no lograr funcionar en 3 años
En el municipio carballés hay más de 8.500 viviendas vacías aec

El Concello de Carballo puso en marcha en 2013 una bolsa municipal de alquiler social para dar respuesta a la dramática situación de muchas familias que estaban siendo desahuciadas al no poder pagar las hipotecas o los alquileres de las viviendas y corrían el peligro de quedarse en la calle. Una iniciativa bien intencionada pero que tres años después sigue sin arrancar porque en todo este tiempo solo seis propietarios pusieron a su disposición sus viviendas para que formaran parte de la bolsa frente a la expectativa municipal que esperaba sumar una veintena de inmuebles. “A bolsa de vivendas non funcionou”, reconoció el alcalde, Evencio Ferrero, no solo por el bajo número de propiedades que pidieron sumarse a ellas, sino porque de las pocas que había no se ocupó ninguna.
Frente al fracaso de la bolsa municipal el Concello la descartó y ha buscado otras alternativas, decidiendo pedir su adhesión al programa de viviendas vacías de la Xunta y la Fegamp. Para ultimar los detalles de esta adhesión el regidor carballés se reunió ayer con el director xeral del Instituto Galego de Vivenda e Solo, Heriberto García, y con la secretaria xeral del departamento, María Ángeles Domínguez, que le explicaron el funcionamiento del programa autonómico del que ya forman parte otros 36 concellos gallegos.
La bolsa autonómica funciona básicamente como lo pretendía hacer el programa municipal. Es decir, las viviendas que se incorporen tendrán garantizados, sin coste para los propietarios, un seguro mutirriesgo de hogar y otro de garantía de cobro de las mensualidades impagadas (doce como máximo) por los inquilinos, además de asistencia y defensa jurídica en los procesos de desahucio o reclamaciones de los impagos.
No obstante, los baremos de precios del alquiler que maneja la Xunta son más altos que los previstos en la bolsa carballesa. Mientras que el máximo previsto en la ordenanza municipal eran 150 euros al mes, en el caso del programa autonómico los baremos del alquiler varían según la zona y específicamente en Carballo la propuesta de alquiler máximo no podrá superar los 300 euros al mes que es, más o menos, el precio medio del mercado de viviendas de alquiler en la capital de Bergantiños.
Las viviendas que se integren al programa autonómico no disfrutarán de las ventajas fiscales que ofrecía el Concello cuando creó su propia bolsa. Es decir, no tendrán reducciones ni del IBI ni en la tasa de la basura.
Asimismo, todo se tramitará a través de la administración autonómica aunque con la colaboración del Concello que es el que se encargará de confirmar que las viviendas que se sumen cumplan las condiciones mínimas de habitabilidad y que también podrá poner en marcha los mecanismos de captación de viviendas vacías para su inclusión en la bolsa. La municipalidad también propondrá el procedimiento de selección de arrendatarios y de adjudicación de viviendas respetando, en todo caso, los requisitos y las prioridades señalados en el convenio de la Fegamp.
Los demandantes de estas viviendas deberán encontrarse en una situación personal o familiar que dificulte el acceso a una vivienda de alquiler en el municipio, acreditar unos ingresos mínimos o ayudas privadas o públicas que les permitan pagar el alquiler y no tener ninguna relación familiar con el arrendador.
En la adjudicación de las viviendas tendrán preferencia las familias que enfrentes procesos de desahucios por no pagar la hipoteca o el alquiler, las víctimas de la violencia de género o las familias con mayores de 65 años o personas dependientes.

Carballo descarta la bolsa de alquiler social al no lograr funcionar en 3 años

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