Aplazada la declaración de los peritos de QBE y del catedrático sobre el accidente de Angrois

El juez Andrés Lago Louro, que instruye la causa por el accidente del tren Alvia ocurrido en el barrio de Angrois, en Santiago, hace algo más de tres años, aplazó a la semana que viene la declaración de los peritos de la aseguradora de Renfe y del catedrático de la Universidad de Cantabria.
Su comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Compostela estaba prevista para hoy, a partir de las 09.00 horas, pero por problemas de agenda el magistrado la ha pospuesto hasta el próximo miércoles, día 5 de octubre.
En un auto emitido el pasado 1 de septiembre, Lago Louro citaba para este jueves a los peritos Frans Heijnen y James Robert Catmur –designados por QBE, la aseguradora de responsabilidad civil de Renfe Operadora–, así como al catedrático de la Universidad de Cantabria (UC) Enrique Castillo Ron –al que el perito judicial Juan Carlos Carballeira encargó un estudio–, para ratificar sus informes, ofrecer aclaraciones y someterlos a contradicción. En el mismo escrito, también pedía aclarar “si es cierto que, como se alude por el informe Heijnen, existía un consenso técnico entre los expertos sobre la necesidad de protección de las transiciones significativas de velocidad mediante sistemas de control continuo o puntual”. 
Asimismo, acordaba incluir en la causa un informe pericial complementario realizado por Heijnen y Catmur que concluye que el riesgo en la curva de A Grandeira era 53 veces más alto que la siniestralidad media.

INFORME CONSENSUADO
Por otra parte, el juez solicitaba a los tres peritos judiciales –Carballeira, que es ingeniero de caminos; José Manuel Lamela, industrial y César Mariñas, de telecomunicaciones– que consensuasen un nuevo informe para determinar si en la mencionada curva se realizó una evaluación de riesgos adecuada.
Fuentes consultadas confirmaron que estos peritos recibieron la notificación, en la que el instructor ponía el plazo de tres meses, para que avancen en este trabajo –pese a que el auto del 1 de septiembre fue recurrido tanto por las víctimas como por el abogado del maquinista–. 
Con todo, las discrepancias que Mariñas mantiene con Carballeira –el ingeniero de telecomunicaciones sí entiende que decisiones relacionadas con la seguridad en la vía fueron determinantes a la hora de que se produjese el siniestro, mientras que Lamela se limitó a analizar el material rodante– dificultan la elaboración de un documento conjunto, dicen las fuentes.