Aparece el cadáver de un joven en Vilanova con dos hachazos en la cabeza

El vecino de Vilanova de Arousa Miguel Ángel Paz Fernández, “Pirri”, de 35 años, fue hallado muerto ayer por la mañana en una carretera secundaria con dos hachazos en la cabeza.

Un operario del cercano almacén de obras del Ayuntamiento de Vilanova. Encontró el cadáver “fuera de la calzada, tirado a unos metros”, explicaron integrantes de esta brigada.

Desde la brigada dieron aviso a la Policía Local, que se desplazó al lugar de los hechos, donde comprobaron que el hombre había recibido al menos dos golpes en la cabeza con un arma contundente, probablemente un hacha o machete, según fuentes de la investigación. La víctima solo llevaba puesta una camiseta y la ropa interior.

con su familia

Poco después la Guardia Civil acordonó todos los accesos a la zona para comenzar la investigación.  El hombre pronto fue identificado como natural A Illa y se localizó su residencia en una casa próxima en el lugar de A Pantrigueira. La víctima vivía allí desde hacía no mucho, con su pareja y un hijo de corta edad.

Hacia las 11.45 horas se procedió al levantamiento del cadáver que fue trasladado al anatómico forense para que se le practicase la autopsia. Las labores  de investigación continuaron en el lugar donde fue hallado el cuerpo.

Los investigadores creen que el cadáver pudo haber sido movido, trasladado o arrastrado varios metros hasta el punto en el que fue localizado.

Las primeras reconstrucciones apuntan a que, de madrugada, la víctima habría bajado a la calle, a causa de una llamada o al ser alertado por la presencia de algunas personas en el exterior. Desde ahí todo es aún más confuso, a falta de que avance la investigación. Las autoridades sospechan de una posible relación con el menudeo de droga y constan numerosos antecedentes. Como principal línea de investigación, se baraja la hipótesis del ajuste de cuentas, aunque no se descartan otras posibilidades.

Fuentes próximas al caso apuntaban a última hora de la tarde de ayer que se estaba investigando una posible participación de ciudadanos del este de Europa en el suceso, en lo que se volvía a presuponer un ajuste de cuentas, sin descartar, no obstante, ninguna otra posibilidad.

Por su parte, el alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, lamentaba este suceso, que calificó de “muerte inútil” e incomprensible: “Ya bastantes muertes hay por enfermedad y accidentes como para que haya otras malintencionadas, como esta”, declaraba.

Dijo que sucesos como este “recuerdan la época más negra”, “que se vaya a buscar a alguien a su casa para matarlo”.