Acusado de contrabando de piezas de arte dice que desconocía la necesidad de autorización

Acusado de contrabando de piezas de arte dice que desconocía la necesidad de autorización
El ciudadano costarricense Leonardo Augusto Patterson al inicio del juicio hoy en Santiago, acusado de contrabando de piezas de arte precolombino a raíz de una exposición en Compostela en 1997 y para quien el fiscal pide dos años de p

El ciudadano costarricense Leonard Patterson, que hoy se ha sentado en el banquillo acusado de presunto contrabando de piezas de arte precolombino, afirmó que desconocía la necesidad de solicitar una autorización especial para enviar las piezas de vuelta a Alemania tras ser expuestas en Santiago.

El Ministerio Fiscal pide para Patterson dos años de prisión y una multa de 60 millones de euros por la presunta exportación ilegal de cerca de 1.400 piezas de arte precolombino, una colección que el fiscal tasa en 53,5 millones de euros.

El juicio contra Patterson se ha iniciado esta mañana en los juzgados de la capital de Galicia, después de que fuese suspendido el pasado mes de diciembre al aducir el acusado graves problemas de salud.

Durante la sesión de hoy, el presunto traficante de arte junto a su abogado Ángel Sabín trataron de demostrar que la Xunta de Galicia se encargó de la llegada de la colección a España y de que nadie advirtió a Patterson de la necesidad de solicitar un permiso al Ministerio de Cultura para el retorno de las piezas a ese país.

"Cuando yo las traje de Alemania no hice esos trámites; soy experto en arte, no en leyes. En Alemania no existe leyes para trasladar arte entre países de la UE", dijo el acusado.

Declaró, además, que él no cobró por ceder su colección y que tampoco lo hicieron los propietarios de las otras obras.

Patterson indicó que la Administración gallega se comprometió a hacerse cargo de todos los gastos, y que en sus conversaciones con el expresidente de la Xunta Manuel Fraga este le dijo que "no era necesario contrato", "con un apretón de brazos es suficiente", afirmó.

Expuso también que Fraga le había dicho que el exconselleiro de Cultura Jesús Pérez Varela y el exdirector general de Patrimonio de la Xunta Ángel Sicart se encargaría de pagarle, "pero nunca lo hicieron", dijo.

Las piezas de arte precolombino recalaron en un primer momento en una exposición en el Auditorio de Galicia en Santiago y posteriormente se organizó una nueva exposición en la iglesia de San Domingos de Bonaval y en el palacio de Fonseca de la Universidad compostelana.

A su conclusión, la colección se depositó en los almacenes de la empresa de mudanzas Boquete de Santiago, donde permanecieron en una cámara de seguridad durante una década hasta marzo de 2008.

Fue en esa fecha cuando Patterson, según el fiscal, cometió un presunto delito de contrabando de arte al ordenar que la colección se trasladase a Munich, su ciudad de residencia, pero las autoridades alemanas la intervinieron e inmovilizaron la petición de España y de varios países latinoamericanos que reclamaron la propiedad de algunas piezas.

Patterson alegó que para hacer frente al pago de 500.000 euros que suponía la parte que él sufragó por el depósito y custodia de la colección en un almacén y el traslado de la colección a Alemania pidió un préstamo de 1,6 millones de euros y que como aval puso su apartamento de Montecarlo.

Entre los testigos que comparecieron hoy se encontraba un agente del Cuerpo Nacional de Policía que en el año 2008 estaba en la Brigada de Patrimonio.

Este policía afirmó por videoconferencia que cuando se hizo el primer inventario en el propio almacén estaban presentes el propietario de las mudanzas, Ángel Boquete, y el exalcalde de Santiago de Compostela Gerardo Conde Roa, en ese momento abogado de Patterson y recientemente condenado por fraude a Hacienda.

Además, este agente manifestó que "antes, durante y después" de todo el proceso le informaron a ambos que se requería un permiso especial para sacar de España la colección de arte.

Otros de los testigos que comparecieron hoy en los juzgados compostelanos han sido el exalcalde de Santiago Xerardo Estévez y el exrector de la Universidad de Santiago Darío Villanueva.

Ambos dijeron conocer a Patterson y pusieron de manifiesto su desinterés al ceder las colecciones y su correcto comportamiento.

El exconselleiro de Cultura de la Xunta Jesús Pérez Varela, que estaba llamado a declarar como testigo en este juicio, no ha acudido y ha sido llamado de nuevo para el próximo día 28 de octubre.

El abogado de Patterson, el letrado Ramón Sabín, destacó la relevancia del testimonio de Pérez Varela al indicar que como responsable de Cultura en ese momento del Gobierno gallego se reunió con Patterson para que la colección permaneciese en Santiago.

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