La acusación añade el agravante de género contra O Chiclé por el crimen de Diana Quer

La acusación añade el agravante de género contra O Chiclé por el crimen de Diana Quer
La fiscal Cristina Margalet sostuvo que al acusado lo han “cazado” en sus mentiras | Chechu Río

Coincidiendo con la celebración ayer del Día Internacional contra la Violencia de Género, la acusación que ejercen la Fiscalía y la representación letrada de la familia Quer en el juicio contra el rianxeiro José Enrique Abuín Gey, alias “O Chiclé”, de 43 años, por el crimen de Diana Quer, ha introducido una importante modificación en sus conclusiones provisionales al elevarlas a definitivas. Esa variación consistió en añadir el género como circunstancia agravante en los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato que se le imputan al acusado. Para introducir ese cambio, ambos hicieron mención al argumento de que la víctima de esos hechos fue una mujer. Además, introdujeron ligeros cambios en cuestiones como la medida de la brida y el cable utilizado para lastrar el cuerpo en el pozo, así como dejar constancia de las distintas versiones que ofreció el acusado.

Ricardo Pérez Lama, abogado de la acusación particular, se detuvo a hablar de los posicionamientos de los teléfonos móviles del acusado y de la víctima, que contradicen su versión, que los forenses señalasen la brida como “arma homicida” en atención a la aparición de ese objeto enredado en el pelo y por la fractura del hueso hioides, además de las lesiones en las vértebras al ser golpeada con un objeto contundente que le causó aturdimiento. También se refirió a otras “mentiras” del acusado, como los feriantes que aseguraron que no les robó gasóleo aquella noche, por lo que sostiene que la presencia de Abuín en ese lugar era “para cazar” y interceptó a Diana en la confluencia del Paseo do Areal con la Rúa Venecia, con iluminación pobre, donde la posicionó su teléfono. Ricardo Pérez y la fiscala Cristina Margalet cuestionaron la versión que el procesado prefiriese que le imputasen por un homicidio que por uno de hurto de gasóleo”, para luego reconocer a agentes de la Guardia Civil con que se entrevistó que se dedicaba a robar combustible en la villa.

 El abogado ferrolano insistió en decirle a los miembros del jurado que no deben tener dudas de que la joven madrileña “estaba viva” en A Pobra y también cuando llegó a la nave de Asados. “La mete viva en el maletero, porque lo que pretende es abusar de ella, violarla”, dijo Ricardo Pérez Lama. A su juicio, el hecho de que la amordazase y maniatase con la brida y cintas adhesivas evidencia que aún estaba con vida cuando la transporta en el coche por la Autovía do Barbanza, pues de lo contrario no habría necesidad de que tomase esas medidas.

La acusación particular sostiene que el procesado llevó a su víctima a “su guarida”, la nave de Asados, para actuar con “impunidad” y hacer con Diana “lo que le vino en gana” tras desnudarla. Pérez Lama manifestó que el acusado no ofreció una explicación razonable del por qué está, al menos, una hora y 21 minutos en la nave, peor él encuentra la respuesta en que la joven “está viva”. Y puntualizó que la mata y la arroja al pozo en Asados “para que no descubran su fechoría”. Ahondando en la cuestión, el letrado de la familia Quer indicó que “O Chiclé” quiere hacer creer “que no agredió a Diana y eso no se lo cree nadie, ni él”, pues sostiene que el “único fin posible” de esta actitud “era forzarla sexualmente”, teniéndola “a su merced, atemorizada, indefensa, incomunicada y sin posibilidad alguna de defenderse”, en lo que calificó de “acto de dominación”. Recurrió a lo apuntado por el forense Blanco Pampín sobre el hallazgo de un edema en la vulva y la aplicación del Teorema de Bayes, que defendió, al igual que la fiscala, que ya se usó en algún proceso penal, para probar el móvil sexual.

Pérez Lama, al igual que Margalet, rechazó que Abuín colaborase con la investigación, ya que se inventó una coartada, entregó un teléfono móvil que no llevaba aquella noche y que “sólo cuando se vio con la soga al cuello”, admitió haber matado a Diana, aunque al principio justificó que la atropelló y luego indicó hasta tres sitios donde dejó el cadáver, por lo que considera que no le es de aplicación el atenuante de confesión.

La acusación añade el agravante de género contra O Chiclé por el crimen de Diana Quer

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