“Lo procedente sería efectuar la parada de calderas”

En sus conclusiones provisionales, la Fiscalía refiere todo lo ocurrido el día de autos y concluye que, a la vista de las pruebas aportadas por los peritos y de las manifestaciones del ingeniero jefe de Reparaciones de Navantia, “lo procedente sería aconsejar al comandante del buque que se efectuase la parada de calderas, al objeto de eliminar la contaminación y recuperar las mismas”. Esa recomendación coincide con lo que defendía en los momentos previos al accidente el cabo Gago.

El problema que derivó en la explosión comenzó a hacerse evidente por la presencia de contaminación por cloro en las calderas en los sucesivos análisis. El hecho fue comunicado por teléfono al teniente de navío acusado, en su condición de oficial jefe de destino, que no se encontraba en el barco, y ordenó que cerrara la calefacción. Se repitieron las analíticas y el cloro había aumentado ostensiblemente, situación que generó un estado de alarma y nerviosismo entre el personal de guardia. Por ello se estableció contacto de nuevo con el imputado, quien respondió que se procediera a levantar vacío en el condensador principal y que, si el nivel seguía subendo, se comenzara a extraccionar las calderas. La situación seguía siendo crítica y, pese a ello, el acusado no se personó en la fragata. A las 2.20 horas se produjo el reventón del tubo de caída de una de las calderas, originándose vapor a gran temperatura que causó la muerte de los dos militares. n C.L.

“Lo procedente sería efectuar la parada de calderas”

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