La estación de San Cristóbal recupera la normalidad tras una noche en vela

La estación de San Cristóbal recupera  la normalidad tras una noche en vela
los usuarios acudieron a la estación de san cristóbal con total normalidad patricia g. fraga

Muchos jóvenes que regresaban de una larga noche de fiesta en Santiago coincidieron en la mañana de ayer con decenas de personas que partían hacia sus destinos con total normalidad. Apenas el gesto de los viajeros más adultos y del personal de la estación de San Cristóbal delataron que un Alvia que cubría la ruta Madrid-Ferrol había descarrilado la noche anterior. Todos los servicios de media distancia circularon sin sufrir percances y ningún pasajero acudió a su asiento con miedo o aversión por ese medio de transporte.
Algunos de los trabajadores de la instalación reconocieron que “lo más probable” era que hubiese numerosas víctimas de la ciudad o el área metropolitana, pero entre los pasajeros que esperaban junto a los andenes de la estación una de las frases más repetidas era “la vida sigue”.
Y aunque los trenes de cercanías funcionaron sin ninguna dificultad, sí reinó el desconcierto entre algunos viajeros. “No me llamaron, llamé yo a Renfe por la mañana y me dijeron que estaban desbordados”, explicó Esperanza Fraga. Al final le comentaron que para llegar a Santiago iría “hasta Monforte y de allí, en coche” hasta la capital gallega.
Mónica Suárez pretendía hacer el mismo itinerario. “En principio sale pero el tren no está aún en la vía”, dudaba, sentada en la nave central de San Cristóbal.  No obstante, el ferrocarril llegó y, en principio, circuló directamente hasta Santiago.
Para Fraga la palabra no era terror a subir al tren, sino “respeto”. “Pero la vida sigue y hay que intentar superarlo”, zanjó, pues al menos no conocía a ninguno de los pasajeros del Alvia accidentado. Por su parte Suárez, razonó aludiendo a que tragedias como la del miércoles “dan que pensar que te podía haber pasado a tí pero también te puede ocurrir algo al salir de casa o en el autobús”.
En San Cristóbal se dieron cita algunos habituales que van a pasar el rato allí como si fuera un día normal. “Hoy se nota algo diferente, no están todos los trenes”, decía uno de ellos. Estuvo en lo cierto, pues el tema de conversación fue uno muy claro y el “llámame cuando llegues” fue la frase más repetida por los familiares que se quedaban.

La estación de San Cristóbal recupera la normalidad tras una noche en vela

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