Oliver Laxe busca “reencantar” al espectador en su nuevo film

Oliver Laxe busca “reencantar” al espectador en su nuevo film
Oliver Laxe, en un momento del rodaje de “Mimosas”, en las montañas del Atlas aec

“Vivimos momentos de escepticismo, de cinismo y en los que no se confía en el ser humano”. Así se pronunció el director Oliver Laxe, quien, con su nueva película, el western espiritual “Mimosas”, rodada en las montañas del Atlas (Marruecos), busca “reencantar” al espectador.
En una entrevista, Laxe, nacido en París pero criado en A Coruña, reflexionó sobre la “espiritualidad” del film, aunque también sobre la falta de fe en la sociedad occidental, y acerca de si precisamente por ello la gente está ahora más necesitada del “gesto religioso”.
En su opinión, el mundo asiste estos días “a una resacralización” y “Mimosas”, que se estrena mañana en 28 salas de toda España, “no es más que una expresión de ello”.
Reconoce que la temática de la fe es “frágil” hoy, pero asume “la responsabilidad de insuflar ese halo espiritual” a su obra. Defiende una diferenciación entre la institución religiosa y el “gesto”, y considera que el problema de las religiones es que “se han materializado y solo hay reglas”, pero “falta el amor”.
En este contexto, le parece “un sinónimo de la decadencia de la sociedad el hecho de que ha sido únicamente el arte el conductor del alma”.
No obstante, el pesimismo desaparece de su discurso cuando trata de explicar su concepción de la fe, “una pulsión humana” por la que se muestra convencido de la existencia de “una inteligencia creativa detrás de las cosas”.
Su linaje cultural es el de “la Galicia campesina” –sus abuelos son de Os Ancares–. Ahí “había una fe, una aceptación de lo que la vida ofrecía, una sumisión dulce a lo que la vida daba”, recordó. Es lo que Oliver Laxe definió como “una digna sumisión”, y que está presente en su última película en la forma de actuar de sus personajes cuando “aceptan lo que les da el camino”.
“El camino les dice: ‘tenéis que llevar a este cuerpo hasta Sijilmasa, a pesar de que está lleno de montañas’, y ellos lo asumen con digna sumisión. Porque saben que cuando te abandonas al camino siempre te pasa lo mejor”, expuso.
Además, la espiritualidad en “Mimosas” está “en el cine de la película, en la geometría y en la proporción de las imágenes”, apunta. “Uno de los objetivos que tenía era hacer sentir al espectador en el centro de la trama. Y, en paralelo, tenía la intención de invitar al viaje más imaginado, el soñado, el fabulado...”, advirtió Laxe.

Oliver Laxe busca “reencantar” al espectador en su nuevo film

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