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miércoles | 24 abril | 2024
Miles de peregrinos han celebrado hoy la festividad de la Virgen de Candelaria y, pese al calor, no han dudado en acercarse desde todos los puntos de Canarias a esta localidad, donde los termómetros superaban los 30 grados.
La basílica de Candelaria ha sido el punto neurálgico de esta cita, que se remonta al siglo XIV, cuando cuentan que la Virgen se le apareció a los guanches a la que llamaron Chaxiraxi.
Para celebrar ese momento, los peregrinos llegados desde el norte de Tenerife han elegido el camino viejo de Candelaria, una ruta que recorre un antiguo camino real, declarado Bien de Interés Cultural y que discurre tanto por senderos como por núcleos urbanos.
Felipe Martín ha sido uno de ellos, y en declaraciones a Efe ha comentado que la peregrinación a Candelaria es una de las citas más esperadas del año, ya que la realiza desde que tenía 10 años y ahora tiene 34.
Otros, los que proceden del área metropolitana, han llegado a Candelaria por la carretera del Sur, que, según ha relatado otra peregrina, ha sido una fiesta constante desde ayer por la tarde.
Las motivaciones que impulsan a muchos peregrinos a caminar durante más de cuatro horas son variadas, unos lo hacen por devoción a la Virgen, otros por tradición familiar y otros simplemente, por hacer ejercicio.
Pedro Alonso peregrina a Candelaria desde hace seis años movido por la fe que le tiene a la Virgen, por la que ha caminado más de 13 horas desde el sur de la isla y a la que siempre le lleva un colorido ramo de flores.
Por el contrario, Alejandro Rojas lo hace por "diversión y hacer deporte", motivos que lo han impulsado a subir a El Teide y bajar desde allí durante 9 horas rumbo a Candelaria, donde disfrutará de la tarde con sus amigos.
Una de las principales quejas de este año ha sido el cierre de La Crucita, uno de los accesos a Candelaria, para evitar incendios forestales.
Para prevenir posibles conatos de incendio y también para proteger a los peregrinos y darles información trabajan hoy unas 700 personas que participan en el dispositivo de seguridad dispuesto por el Cabildo de Tenerife, el Ayuntamiento de Candelaria y el Gobierno de Canarias.
Como cada año, ha habido numerosas asistencias por golpes de calor, cansancio, torceduras de tobillo y por intoxicaciones etílicas, aunque ninguna de gravedad.
