El Garufa Club abre esta noche sus puertas con jazz

El Garufa Club abre sus puertas esta noche en una semana de carnaval en la que no dormirá hasta el martes. Con un sabor a antiguo que recuerda lo que un día fue, un lugar repleto de butacas deseosas de ver el estreno de una película, el local se presenta con pajarita ante un público que no tendrá columnas que estorben.
El número 5 de Comandante Barja conservará el aspecto del Valle-Inclán, ambientado en los 50, y con una oferta variada. De músicas de todo el mundo que se aliarán para hacer más amplio el abanico del directo en la ciudad. Abonado al pop y al rock. El Garufa Club echará a andar a las 22.00 horas con el jazz tradicional de Hot Chocolates, que subirán a la tarima a un clarinete, dos saxos, trompeta, contrabajo y batería, así como a la voz de un cantante tipo crooner.
En la primera velada, pinchará Abelvision DJ y los curiosos podrán participar del festín por 6,50 euros, que incluirán consumición. Con la ambición de convertirse en una sala referente dentro de las de estatura mediana a nivel nacional, el bajo abrirá mañana el telón con Jamiroquai Tribute, a las 22.30 horas, y Jass Processor DJ.
En un fin de semana donde Carlos Childe presentará su nuevo disco “More nights than days”, el sábado a las 22.30 horas. El club inaugurará el 2 los “Domingos Valle-Inclán” con Cineclub y una galería puesta en bandeja, en la que desfilará todo el mobiliario del local decorado por una veintena de pintores e ilustradores. En el recorrido, se podrá ver la huella de Jorge Cabezas, Juanín Miranda, Manel Cráneo, Roberto Venanzi, Fernando Pereira, Álvaro Dorda, Eduardo Hermida o Rogelio Fernández.
En esta ocasión, la entrada será libre y dará paso el lunes a una Gran Fiesta de Carnaval con la puesta en escena, a las 22.30 horas, de Los Mustang Charros. El grupo aportará corridos mexicanos a la cita popular y le pondrá el broche a una primera toma de contacto. De un nuevo punto de ocio, donde además de acordes se ofrecerá teatro. Y música clásica.
El nuevo Garufa seguirá la línea del viejo, que sigue activo con noches de cabaré, disertaciones en clave de humor y monólogos. Con dos o tres citas a la semana, el local espera ser un imán para que las grandes estrellas musicales no pasen de largo por la autopista y se suban a la tarima de un viejo cine a hacer vibrar al personal.