Fotografías pintadas en medio de un puzzle efímero

Fotografías pintadas en medio de un puzzle efímero
La artista ofrecerá sus instantáneas durante este mes

More de la Cal ocupa uno de los rincones efímeros de El Almacén con sus fotografías, que manipula hasta llevarlas a su terreno. Sus instantáneas hacen juego con prendas artesanales, muebles, cosmética y complementos tocados con la varita de la exclusividad para que el espectador pase y vea. Y si quiere, compre. De este modo, el arte es pieza importante del puzzle. La creadora lo agradece y despliega un repertorio, que se podrá disfrutar en las próximas semanas. Se define como una “artista intereuropea” porque todavía no ha cruzado el charco, pero sí una parte importante del continente.
En ese periplo, recoge improntas que después mimetiza y dan lugar a dos formas de hacer. Por una parte, presenta imágenes pictóricas con relieve, que combina con valores medioambientales. Esto supone que en el negativo entran factores como la luz y la profundidad, a las que ella les da determinados efectos especiales como en las películas: “La temática es variada. Son obras surrealistas y su soporte es una fotografía convencional previamente pintada en el cliché”.
Más tarde, More de la Cal la retoca con silicona y esto convierte cada clic en único. La segunda remesa tiene prefijo 981. Se trata de una colección de fotos de la ciudad pintadas a mano, que evocan no solo a la península que mira de frente a Irlanda, sino también a su entorno.
Por otro lado, juega con el tiempo a través de la ventana fotográfica, que funde con referentes históricos. De este modo, existe una conexión entre pasado y presente. La autora trae el recuerdo al momento hoy y el antiguo Parrote relleno de mar salada contrasta con el nuevo, igual que La Marina, la Torre de Hércules o el Obelisco. Además, la artista introduce elementos más recientes del paisaje urbano como la fuente de los Surfistas y se recrea en Riazor. Para contar en un golpe el antes y el después. Lo hace en los marcos, que sirven para algo más que para encuadrar el bodegón arquitectónico.
En este sentido, agradece a El Almacén el hecho de hacerle un sitio a la creación y señala que lo que se puede contemplar es un anticipo de lo que vendrá. Por su concepción efímera, el local renueva sus contenidos cada poco porque “todo tiene un tiempo límite y salen unos y entran otros”, explica More de la Cal.

Fotografías pintadas en medio de un puzzle efímero

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