Los Brueghel, una saga al servicio de una marca

Los Brueghel, una saga al servicio de una marca
GRAF6525. MADRID, 07/10/2019.- Un visitante observa la obra "Guirnalda de flores con las tentaciones de San Antonio", de Jan Brueghel el Joven, durante la inauguración este lunes en el Palacio de Gaviria de la exposición "Brueghel. Las Marav

l Palacio de Gaviria de Madrid acoge la exposición “Brueghel. Maravillas del arte flamenco”, que reúne un centenar de piezas organizadas temáticamente que permiten asomarse al estilo de esta saga de artistas.

Mucho antes de que Andy Warhol convirtiera su apellido en marca registrada, esta familia de pintores holandeses hizo del apellido Brueghel un codiciado sello de estilo en la Europa de los siglos XVI y XVII.

“Los hijos siguen los pasos marcados por el padre –Pieter Brueghel el Viejo (1525-1560)–, pero la fama del padre deriva del trabajo de sus herederos, que trabajan sus mismos temas y lo dan a conocer más allá del pequeño círculo inicial, en ese sentido puede considerarse un trabajo colectivo”, explicó el comisario de la muestra, Sergio Gaddi.

La exposición, compuesta íntegramente por fondos de colecciones privadas y que ha pasado ya por Roma, París, Tel Aviv y varias ciudades de Japón, hace hincapié en la “revolución estética” que supuso poner el paisaje en el centro en la pintura flamenca.

“El hombre sigue presente, pero ya no es el centro, esto supone una novedad en una época en la que en Italia, artistas como Miguel Ángel o Rafael, tenían el cuerpo como absoluto protagonista”, señaló Gaddi.

El recorrido arranca con la trayectoria de Pieter Brueghel el Viejo, que inició su formación en el taller de Pieter Coecke van Aelst y pronto descubrió fascinado la obra del Bosco.

En obras como “La resurrección” o “El juicio final” hizo suyo el tema del juicio moral, la salvación y la condena, populares en una época en la que el duque de Alba, enviado por Felipe II, se dedicó a obtener la conversión forzosa de los protestantes.

La segunda sección, “La reina Naturaleza”, incluye obras de Jan Brueghel el Viejo (1568-1625), su hijo menor y principal continuador en un tipo de obras que expresaban la limitación humana frente a la naturaleza.

Pero la fama inicial de Pieter B. el Viejo se debe en gran parte a su primogénito, Pieter B. el Joven (1564-1637), que aseguró la difusión de la obra paterna realizando copias de cuadros como la “Trampa para pájaros” de 1601. La sala central del Palacio de Gaviria la ocupan las alegorías de Jan Brueghel el Joven (1601-1678) y de Ambrosius Brueghel (1617-1675), obras que trataban de explicar conceptos como el amor, la guerra, la paz o los sentidos humanos y en las que mejor se aprecia el detallismo y el brillo del color.

El recorrido se cierra con una sección que desvela la capacidad de los Brueghel para retratar la cotidianidad de las clases humildes y anónimas en una serie de obras en las que predomina la mirada irónica y el acento en los placeres de la vida.

Los Brueghel, una saga al servicio de una marca

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