El viaje a Bélgica de Puigdemont y cinco consellers cesados dispara las sospechas de que pedirá asilo

El viaje a Bélgica de Puigdemont y cinco consellers cesados dispara las sospechas de que pedirá asilo
El secretario de Estado Belga de Migración, Theo Francken, atiende a los periodistas | stephanie lecqoc (efe)

Carles Puigdemont y cinco exconsellers se trasladaron a Bélgica con la opción de solicitar asilo político, mientras que el Govern –destituido el viernes por el Ejecutivo de Mariano Rajoy– decidió ceder al Estado el control de la administración autonómica catalana sin oponer resistencia.
En un enésimo giro imprevisto en el guión del proceso soberanista, la primera jornada laborable tras la declaración de independencia del pasado viernes en el Parlament estuvo marcada por el desplazamiento a Bruselas de Puigdemont y los hasta ahora consellers Joaquim Forn, Meritxell Borrás, Toni Comín, Dolors Bassa y Meritxell Serret.

Sin constancia previa
Un traslado del que, según diversas fuentes soberanistas, no tenían constancia previa altos dirigentes del PDeCAT y de ERC, incluso representantes de Junts pel Sí (JxSí) sobre quienes pesan querellas por todo este proceso desconocían estos planes del Govern y han encajado el anuncio con “perplejidad”.
El cantautor y diputado de JxSí Lluís Llach dio por hecho el “exilio” de Puigdemont como “denuncia” contra España ante la comunidad internacional, después de que el domingo el secretario de Estado belga de Migración y Asilo, Theo Francken, del partido independentista flamenco N-VA, sugiriera que puede solicitar asilo, si bien el primer ministro, Charles Michel, lo desautorizó.

Refugiados
El comisario general belga para los refugiados y los apátridas, Dirk Van den Bulcke, dijo ayer que para que Bélgica conceda asilo a otro ciudadano europeo deben existir “señales serias de persecución” o de que corre riesgos en el país de origen.
El viaje –de Cataluña a Marsella en coche y, desde ahí, en avión hasta Bruselas– trascendió el mismo día en que la Fiscalía anunció una querella contra Puigdemont y trece exconsellers por rebelión, sedición y malversación y dirigió una segunda querella por esos mismos delitos al Tribunal Supremo contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y cinco miembros de la Mesa.
El abogado Paul Bekaert, que representó a la presunta etarra Natividad Jáuregui –cuya entrega a España fue rechazada por la Justicia belga–, confirmó que fue nombrado “consejero”.
El letrado afirmó que el asilo de Puigdemont en Bélgica “aún no se ha discutido”. Bekaert aseguró ayer a la cadena pública de televisión flamenca VRT, que “Puigdemont no está en Bélgica para pedir asilo político. Todavía no hay nada decidido en esta área”.
Tras indicar que fue consultado por el expresidente catalán, quien le pidió que defienda sus intereses “en el futuro”, Bekaert señaló que se produjo “un primer contacto, pero no puedo decir más al respecto”.
“Tengo más de treinta años de experiencia en extradición y asilo político de vascos españoles, y probablemente por ello me haya llamado Puigdemont. Estoy familiarizado con la extradición y la orden de arresto europea”, agregó el abogado.
Pese a la expectación levantada a primera hora de ayer por si los consellers cesados decidían resistirse a abandonar sus cargos y seguir trabajando en sus despachos, solo Josep Rull acudió un rato por la mañana a la sede de la consellería de Territorio y Sostenibilidad.
Rull –uno de los nombres que junto a Santi Vila más viene sonando en las quinielas para encabezar una candidatura del PDeCat en las próximas elecciones catalanas– colgó en Twitter una fotografía suya en su despacho, pero la imagen era meramente simbólica, porque el Govern cesado ya no ha reemprendido su actividad.
El Gobierno dio “unas horas” para que los exconsellers y altos cargos de la Generalitat recogiesen sus objetos personales de los despachos, con la “mayor discreción” y el principio de “intervención mínima”.
Para facilitar el relevo institucional sin oponer resistencia, altos cargos del Govern están manteniendo contactos con secretarios de Estado, explicaron fuentes de la Generalitat.

Grotesco
Mientras, el portavoz del PP en el Parlamento de Cataluña, Alejandro Fernández Álvarez, calificó de “grotesco” que Puigdemont y sus consellers haya viajado a Bélgica para buscar asilo como si viviera “en una dictadura”, mientras su partido anuncia que se presentará a las elecciones “de la dictadura”.
“El no viene de China ni de Gambia”, ironizó durante una rueda de prensa en Palencia, donde ha negado la existencia de la figura jurídica del asilo entre socios comunitarios y ha situado a Puigdemont “en el delirio”, con una “tendencia natural a lo grotesco y al esperpento”.

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