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sábado | 20 abril | 2024
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer que el Ejecutivo ha ayudado y seguirá ayudando económicamente a Cataluña pese a que el presidente Artur Mas haya decidido prolongar su “viaje a ninguna parte” con su nueva hoja de ruta hacia la independencia. Rajoy prometió asimismo que, aunque está dispuesto a hablar, no piensa permitir “que se ponga en tela de juicio la unidad de España” ni dejará que “nadie” lo haga.
En su primera visita a Cataluña tras la celebración del proceso participativo del 9 de noviembre, Rajoy señaló que lo que se vivió aquella jornada fue una “farsa” y un “simulacro” sin garantías, y consideró que Mas “fracasó en toda regla” si lo que pretendía era “presentar una Cataluña independentista”.
Arropado por cinco de sus ministros y varios presidentes autonómicos y líderes regionales del partido, y ante varios centenares de militantes, el jefe del Ejecutivo se mostró más distendido e incluso irónico, pero más contundente en sus críticas directas a Mas que en otras ocasiones que ha visitado Cataluña.
Acusó así al presidente catalán de haber estado “obsesivamente entregado” a “fomentar la división de los catalanes” y lo ha hecho “propagando falsos mitos históricos y políticos”, “agitando la ensoñación de la independencia como la arcadia feliz” y “engañando a la gente sobre la realidad” de Cataluña.
“Y mientras tanto, la casa sin barrer”, lamentó Rajoy, quien recordó las numerosas medidas que el Gobierno ha tomado para ayudar financieramente a Cataluña, y prometió que seguirá haciéndolo.
Aseguró en este sentido que mientras pueda no piensa “dejar tirado a ningún ciudadano español piense lo que piense, a ninguno”. Sobre los nuevos planes del presidente de la Generalitat, Rajoy los considera “dieciocho meses más de viaje a ninguna parte” que se suman a los cincuenta meses anteriores, y dijo que “nunca en la historia” un gobernante “había perdido tanto el tiempo y se lo había hecho perder a los ciudadanos” ni había provocado “tanta confusión y tanta inestabilidad”.
Y censuró las pretensiones de Mas de convocar unas elecciones plebiscitarias y concurrir con una lista única que apoye la independencia. “Cataluña no puede ser porque no lo ha sido nunca un país de listas únicas, partidos únicos y políticas únicas al servicio de una sola causa. Por favor, un poco de respeto a Cataluña”, dijo el presidente del Gobierno.
En un discurso de más de cincuenta minutos que, según aseguró, no era “improvisado”, aunque admitió que no iba a decir nada que “no haya dicho antes”, Rajoy relató su propia hoja de ruta, lo que él piensa hacer, que según dijo es “mantener la estabilidad política”, continuar con las reformas y con el ejercicio del “gobierno responsable”.
Por su parte, la líder del PPC, Alicia Sánchez Camacho, reclamó “fortalecer” y aumentar la presencia del Estado en Cataluña y que Mariano Rajoy sea “interlocutor directo” con los catalanes, a fin de “suplir la incompetencia” de Mas. Recordó que el PP “también tiene plan de ruta”, en el que “la solución pasa por fortalecer el pacto constitucional y el Estado de las Autonomías” y no por una reforma constitucional “sin ningún consenso”.
