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miércoles | 24 abril | 2024
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer ante los suyos sentirse “orgulloso” en su tarea como político, y señaló que con las medidas que se van a poner en marcha para combatir la corrupción espera que este problema acabe siendo “historia” pasada.
El jefe del Ejecutivo no citó forma explícita el caso Bárcenas durante su discurso ante la Junta Directiva Nacional del PP, si bien volvió a defender la actuación de su partido desde que estalló este escándalo y proclamó que no quiere “que España se convierta en un país inhabitable porque se aplaudan las acusaciones sin pruebas”, añadió.
“El resto corresponde a la justicia y nuestra obligación es colaborar, como estamos haciendo”, añadió el líder de los populares, quien también subrayó el compromiso de evitar “comportamientos reprobables” y el “gran reto” de “dejar las cosas mucho mejor de lo que están”.
De nuevo, Rajoy apeló al valor de la actividad política aun siendo consciente, ha apostillado, del momento en que lo dice.
Rajoy también garantizó que en 2014, si se mantiene el actual nivel de esfuerzo, la economía española “crecerá con claridad”, se creará empleo y los españoles notarán “resultados tangibles” de los sacrificios que han hecho.
Convencido de que el rumbo que está siguiendo es el correcto, aseguró que se va a mantener en esa línea porque, pese a que aún habrá momentos duros en 2013, va a llegar el crecimiento y la creación de empleo.
Rajoy se enorgulleció de que España superase en 2012 dos crisis, la de la deuda soberana y la financiera, y lograse evitar el rescate por parte de la UE.
De forma especial se refirió a la reforma laboral advirtiendo de que ni él ni nadie “en su sano juicio” puede estar satisfecho de las cifras de desempleo.
