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miércoles | 24 abril | 2024
Podemos presentó ayer su propuesta para reconvertir el Valle de los Caídos en un espacio “para la memoria democrática y antifascista” y, entre otras cosas, plantean la demolición de la cruz y la espada que preside el conjunto monumental, y dar a Patrimonio Nacional el control
de la basílica.
Así lo pone de manifiesto el partido morado en el documento “Exhumar el franquismo. Recuperemos el Valle de Cuelgamuros para la democracia”, en el que denuncian que “el actual Valle de los Caídos representa el asesinato, la represión y la barbarie de una dictadura” y “es un lugar de culto al fascismo”.
En concreto, señalan como “fundamental “que el espacio sea desprovisto de la simbología franquista tanto en el interior como en el exterior, incluida la unión de la cruz y la espada”. “Esta cruz, característica actualmente del Valle, podría demolerse y utilizar su residuo gravoso para crear otro monumento de dignificación y respeto a las víctimas”, proponen.
Desacralización
Además, defienden que “es imprescindible la desacralización del espacio y su total recuperación, incluida la basílica”. “Para ello, se debería revisar los acuerdos de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede, que le otorgan el control de la basílica a los religiosos”, explican.
El portavoz de Podemos en el Parlamento Europeo y coordinador del Área de Memoria Democrática y Antifascista del partido, Miguel Urbán, explicó que es fundamental que la transformación del llamado Valle de Cuelgamuros no se limite a exhumar los restos de Franco, y ello para, a su juicio, por “destruir el espacio simbólico” que representa el fascismo.
Urbán reconoció que la cuestión de la demolición de la cruz debe someterse a debate porque todavía no existe consenso entre las asociaciones de memoria histórica respecto a la conveniencia de tomar esta medida. Eso sí, defendió que en Podemos sí creen que se tiene que llevar a cabo una “remodelación clara” y que ello puede pasar por demoler la cruz.
Además de llevar a cabo esta remodelación, Podemos también insiste en este borrador en el traslado no solo de los restos de Franco, que ya activó el Gobierno, sino también los de Primo de Rivera, además de controlar que la nueva ubicación no se convierta en otro “lugar de culto al franquismo”.
“Durante estos meses la exhumación de Franco ha acaparadolos debates y esto hizo que se haya invisibilizado a JoséAntonio Primo de Rivera, quien, como se sabe, no es una simple víctima de la Guerra Civil”, lamentan.
Asimismo, abogan por garantizar “el reconocimiento pleno y efectivo” de las víctimas que están enterradas, teniendo en cuenta en el proceso de identificación y posterior gestión de los cuerpos que “no todos los cuerpos que se encuentran en el Valle son iguales”, sentencian. l
