10º-19º
viernes | 19 abril | 2024
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, pidió a su homólogo del PSOE, Pedro Sánchez, que “no caiga en la trampa de un frente con el PP” porque “no se puede construir la democracia con el partido de la corrupción y el autoritarismo”. Iglesias se encargó de cerrar la asamblea de cargos públicos por la libertad, la convivencia y la libertad, en Zaragoza, en un acto al que asistieron el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y otros cargos públicos de PDCat, ERC, PNV y otros partidos.
El líder de Podemos se dirigió al zaragozano Pedro Santisteve para agradecerle sus gestiones para albergar este acto y a “los fascistas que practican la violencia” para decirles que “no les tenemos ningún miedo”, en alusión los manifestantes contrarios a la celebración del evento concentrados a las puertas del Pabellón Siglo XXI. Zaragoza es hoy “la capital de la fraternidad”, indicó.
El líder federal de Podemos continuó afirmando que España vive una “situación de excepcionalidad” pero hay una demanda ciudadana de “diálogo y convivencia”. En el acto “hay quien solo se identifica con una identidad nacional y quien se identifica con más de una y hay algo que nos une: nuestro compromiso con la democracia”. Así, apeló al Gobierno de España a permitir la celebración del referéndum secesionista de Cataluña y le exigió “que no fuerce el Código Penal”.
Iglesias apostó por enviar al PP y Cs a la oposición y “darle la palabra al pueblo” de “una España democrática, moderna, que mira al futuro” porque “hace falta un nuevo Gobierno plurinacional” en España, lo que exige que el PSOE “encuentre su propio camino. “La ruta del PP es la ruta de la destrucción de España como proyecto colectivo”, consideró Pablo Iglesias, aseverando que los populares son los “máximos responsables de amenazar el proyecto colectivo de España”.
España homogénea
En un acto en el que intervinieron más de 40 cargos públicos, participó también el coordinador general de IU, Alberto Garzón, quien aseguró que “necesitamos política de altura” y criticó la pretensión de “imponer una idea de una España homogénea”, subrayando que el modelo republicano federal es legítimo y considerando que la transición “quiso olvidar”.
Garzón lanzó un mensaje de “responsabilidad” y apeló a “la gente que se siente demócrata” frente al “criterio reaccionario” que “nos impide celebrar un acto donde estaba previsto”, en alusión a la negativa del Consejo de Administración de la Ciudad Escolar Pignatelli, sociedad pública de la Diputación de Zaragoza (PSOE). También alertó contra quienes quieren “hacernos retroceder 40 años”, emplazando a “acabar con esa reacción”.
“Cuestión de todos”
El coordinador de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, planteó que “no somos solo las fuerzas del cambio, somos las ciudades de la libertad”, manifestando que “la cuestión catalana se ha convertido en una cuestión democrática de todos nosotros”, porque “en Cataluña viven todos los pueblos de España”, y calificó de de “indigno” al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al que cuestionó su “ignorancia”. También reivindicó el “antifranquismo, que está vivo hoy aquí”, agregando que “la crisis” del “régimen del 78” se llama “Cataluña”. En su opinión el PP está demostrando demostrado “que solo defiende sus intereses”.
Por su parte, Carles Campuzano (PDCat) incidió en que en el siglo XX la lucha por la libertad ha estado asociada a la lucha por la democracia y que “la causa de la libertad en Cataluña es la causa de la democracia en España”, como ya era antes de la actual etapa de “represión”, dijo.
“España es una democracia de pésima calidad”, declaró Campuzano, negando cualquier “antiespañolismo”. “Cualquier espacio que esté por una solución dialogada y negociada va a tener nuestro apoyo”, apostilló.
