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viernes | 19 abril | 2024
Oleguer Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de catalán Jordi Pujol, afirmó que el capital que gestionó en operaciones inmobiliarias no es suyo ni de su familia, sino de fondos e inversores extranjeros, por lo que denunció ser víctima de una “causa general” por parte de la Audiencia Nacional.
“No tengo 3.000 millones de euros y todo lo que ha dicho la prensa es falso. Es absurdo”, afirmó ayer Oleguer Pujol en su comparecencia en la comisión del Parlamento catalán que investiga la fortuna oculta por su familia, en la que añadió que nunca ha pedido la intervención de su padre en recalificaciones urbanísticas.
El hijo menor del expresidente de la Generalitat, imputado por la Audiencia Nacional por fraude fiscal y blanqueo de capitales, explicó que trabaja desde 2000 como “gestor inmobiliario” y que desde entonces ha dirigido operaciones con capital de accionistas extranjeros y de prestigiosas sociedades de inversión, en las que sus aportaciones oscilan entre el 0,5 y el 5% como máximo. El imputado reconoció que las operaciones investigadas se basan en sociedades interpuestas y estructuras que pueden resultar complejas para los legos en asuntos financieros, pero recalcó que en ningún caso esa complejidad está permitiendo la evasión de impuestos por parte de los inversores últimos.
Para Oleguer Pujol, la investigación de la Audiencia Nacional se basa en un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal que plantea una “causa general” contra él, de lo que a su parecer se derivó “un registro innecesario y fuera de lugar” en su vivienda en Barcelona.
Por otro lado, Oleguer Pujol admitió que su padre erró al no renunciar en el año 1980, cuando ya era presidente de la Generalitat, al supuesto legado que su progenitor Florenci dejó a sus nietos, y reconoció que siempre han tenido el “debate ético” sobre si tenían que regularizar o no esa fortuna.
Mientras, Josep Pujol denunció un intento de tumbar el “icono” que representa su padre, Jordi Pujol, a través de “destruir” a su familia, aunque aseguró que este proceso ha unido más a sus hermanos y padres: “He descubierto el amor en mi familia”, dijo. Josep afirmó que “a los 30 años ya era un tío bastante rico”, aunque se definió como un “ciudadano normal y corriente”, y precisó que su primer sueldo fue “más alto” que el de su padre.
Josep, el único miembro de la familia que no está imputado, cerró por videoconferencia desde EEUU las comparecencias de los Pujol.
