Miles de personas se manifiestan en Barcelona por la unidad de España

Miles de personas (unas 2.000 según la Guardia Urbana, y medio millón según los organizadores) se manifestaron por la avenida del Paralelo de Barcelona a favor de la unidad de España y contra la independencia de Cataluña, bajo el lema “Recuperemos la dignidad”.
La manifestación, convocada por el empresario vasco José Manuel Opazo y a la que se sumaron 65 asociaciones, entre ellas el partido VOX, comenzó en la avenida del Paralelo, calle que recorrió hasta acabar en la plaza de Espanya.
Un hombre resultó herido con una brecha en la cabeza durante un enfrentamiento entre partidarios y contrarios a la independencia, al término de la manifestación. Según informaron los Mossos d’Esquadra, el incidente ocurrió sobre las 15.30 horas de ayer en la calle Blay de Barcelona, en el barrio de Poble Sec, cuando se produjo una discusión entre grupos y un hombre esgrimió una porra extensible con la que golpeó en la cabeza a otro.
Varias patrullas de la policía autonómica se desplazaron al lugar e identificaron a 14 personas que participaron en el incidente y, según informó la policía, está a la espera de que se presente alguna denuncia. Fuentes policiales precisaron que a uno de los identificados se le incautó una defensa extensible y le abrieron una denuncia por falta de respeto a los agentes, aunque desconocen al autor de la agresión.
La manifestación vivió también momentos de fuerte tensión cuando los asistentes pasaron frente a la avenida Mistral, donde se concentraban unas doscientas personas convocadas por movimientos antifacistas. Un cordón policial de los Mossos d’Esquadra impidió que ambos grupos se enfrentasen y que los insultos que se intercambiaron llegaran a mayores. Mientras unos gritaban “Cataluña es antifascista”, los contrarios a la independencia respondían con gritos de “nazis”.
Las manifestación a favor de la unidad de España la abrió una pancarta con el lema “Recuperemos la dignidad” y otra con la inscripción “No queremos gente así en España. Cataluña 100% española. Torra 155 prisión”. Los participantes, algunos de los cuales lucieron lazos con la bandera española, corearon gritos como “bote, bote, bote, separata el que no bote”, llevaban banderas españolas y algunas “senyeres”.
También se escucharon gritos de “Puigdemont a prisión”, “España unida jamás será vencida” o “Fuera los Mossos” y “Viva la Policía Nacional y la Guardia Civil”. La manifestación fue organizada por José Manuel Opazo, un empresario afincado en Suiza que quiere “frenar la deriva de un gobierno que pasó las líneas rojas de lo que es digno” porque considera que no es digno pactar con quienes “quieren destruir una nación o hacer daño a las personas”.
El empresario considera que los españoles no son conscientes de lo que está pasando con la política y cree necesario que la “ciudadanía dé un paso al frente” porque el Estado “ya llega tarde en Cataluña”. Opazo, que tiene una empresa en Cataluña y fue Guardia Civil durante siete años, aseguró que organizará más acciones, tanto en España como en el extranjero, en contra del independentismo.

Desde todo el país
A la protesta asistieron autocares desde 30 ciudades españolas, como Alicante, Málaga, Tarragona, Bilbao, Tortosa, Reus o Valladolid.
La manifestación acabó con varios parlamentos en la avenida María Cristina, muchos de ellos pidieron a Pedro Sánchez, que convoque elecciones y “no negocie con terroristas ni separatistas”, como dijo el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, José Vargas. También participó la directora de un instituto en L’Hospitalet que se negó a dejar las llaves de su centro para la consulta del 1 de octubre, Dolores Ajenjo, que denunció la “opresión nacionalista” y dijo: “Han apretado tanto la soga que ya solo podemos cortarla”.
El empresario alemán Karl Jacobi, que se enfrentó al presidente del Parlament, Roger Torrent, en el Círculo Ecuestre, criticó a Pedro Sánchez, “un presidente que no fue elegido” y que “vendió su alma a Torra y Pablo Iglesias”. Diferentes personas explicaron su testimonio y denunciaron insultos, agresiones y amenazas por quitar lazos amarillos. l