Martínez Maíllo pide al PSOE que “salga del rincón de pensar donde está”

El vicesecretario de Organización y presidente del PP en Zamora, Fernando Martínez Maíllo, pidió ayer al PSOE que “salga del rincón de pensar donde está enfurruñado y como un niño pequeño” y se incorpore a la vía del acuerdo para evitar unas terceras elecciones.
En un acto en la localidad zamorana de Benavente con motivo del pistoletazo de salida al curso político, Martínez Maíllo aprovechó para hacer un repaso a la situación política actual que ha tildado de “inédita” tras la celebración de dos elecciones, en diciembre y junio.
El político subrayó que desde el Partido Popular ejercieron la “legitimidad” que les da haber ganado ambos comicios con mejora de resultados en los segundos para tratar de formar Gobierno y llevar una propuesta de investidura de 170 diputados gracias al pacto con Ciudadanos.
En este sentido, dejó claro que las 150 medidas firmadas con la formación naranja son un buen “punto de partida” en el caso de acudir a una segunda investidura si tuvieran, eso sí, los apoyos suficientes.

enfurruñado
Por este motivo, Fernando Martínez Maíllo cree necesario que el PSOE salga de ese rincón de pensar donde está enfurruñado y enfadado, como un niño pequeño y se incorpore a la vía del acuerdo, ya que cree que si los socialistas siguen enquistados y se convocan terceras elecciones en un año será “culpa, no sólo responsabilidad, del PSOE y Pedro Sánchez”.
En este acto, el dirigente popular indicó que su partido y Mariano Rajoy están abiertos a llegar a acuerdos para enmendar este panorama que tiene consecuencias y costes ya que “si no hay Gobierno, no hay Presupuestos Generales del Estado” y eso repercutirá en las comunidades.
Con todo volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad socialista y recordó que la abstención “no es estar de acuerdo, sino permitir que haya Gobierno”.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, se mostró convencido de que lo que pase en Euskadi y en Galicia en las elecciones del día 25 “va a ser determinante para España”. Además, insstó a los socialistas a sentarse en una mesa a discutir “no sobre candidatos”, sino sobre alcanzar un acuerdo.
Margallo realizó estas afirmaciones en un mitin en San Sebastián en el que participó junto al candidato del PP vasco a lehendakari, Alfonso Alonso.
En su intervención, afirmó que en el momento actual no se logra entender por qué no hay un Gobierno y recordó que “los españoles han votado dos veces y han dicho que el Parlamento está fragmentado y que hay dos grupos de partidos radicalmente distintos”.
En ese sentido, afirmó: “Unos somos los partidos constitucionalistas, los que tenemos una misma idea de España, los que creemos en un proyecto europeo, en una Europa federal, en una Europa avanzada, los que creemos que España tiene que estar en la moneda única y que no podríamos regresar a tiempos anteriores y los que creemos que el sitio de España está con Occidente peleando contra el terrorismo que quiere destruir nuestra forma de vida, nuestra cultura y que son ellos o nosotros”.

antimilitarista
Asimismo, “hay otros, algunos partidos nuevos, que están en otra cosa”. A su juicio, “Podemos no es de izquierdas ni de derechas, es de Venezuela” e ironizó con el hecho de que la formación que lidera Pablo Iglesias cuente con “un militar antimilitarista”.
El ministro consideró que el PSOE “haría bien en sentarse a la mesa y no discutir si les gusta este u otro candidato sino decir en qué coinciden con nosotros en el diagnóstico, cuáles son las medidas, y vamos a hacer un programa”.
“Eso nos daría 255 escaños y nos permitiría hacer todas las reformas que son necesarias para hacer frente a los grandes desafíos y tener otros 40 años de paz, estabilidad, libertad y progreso como los trajo la Constitución, que no en vano se llama la Constitución de la concordia”, dijo.
Por otro lado, advirtió de los riesgos de continuar con un Gobierno central en funciones, aludiendo a numerosas situaciones de conflicto a nivel mundial. De este modo, recordó que, pese a que España ha mejorado su situación, “queda mucho por hacer y una desaceleración nos puede golpear”.