La Ertzaintza no descarta que el falso maestro shaolín hubiese cometido más asesinatos

La Ertzaintza no descarta que  el falso maestro shaolín hubiese cometido más asesinatos
un furgón policial traslada a juan carlos aguilar al palacio de justicia de bilbao efe/alfredo albai

La Ertzaintza no descarta que el experto en artes marciales Juan Carlos Aguilar fuera el presunto autor de más asesinatos además del de Maureen Ada Otuya y el de Janny Rebollo, dado el “modus operandi” y las características del detenido, según fuentes de la investigación.
La policía “se tiene que poner en lo peor” para llevar la investigación hasta el final, aunque precisaron que no se han encontrado más restos humanos en ninguno de los lugares inspeccionados hasta el momento.
No obstante, indicaron que la aparición ya dos víctimas de Aguilar “hace pensar que no haya que descartar la hipótesis de que pudiese aparecer alguna más”. “El ‘modus operandi’ llamativo y la cercanía en el tiempo” de los dos asesinatos apoya la hipótesis que baraja la Ertzaintza en estos momentos, añadieron las fuentes.
En este sentido, el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo, aseguró en declaraciones a la radio colombiana Blue que no constaba denuncia de la desaparición de Janny Rebollo, cuya muerte pudo producirse entre el viernes y el sábado.
“Es posible que ni su entorno más cercano hubiese tenido tiempo de echarle de menos”, consideró Gabirondo, quien ha explicó que la Ertzaintza continúa analizando “al detalle” toda la información digital con la que contaba el arrestado.
El análisis se prevé largo, así como la inspección ocular de los lugares más frecuentados por Juan Carlos Aguilar, como el gimnasio y su domicilio, en los que se hallaron los restos del cadáver descuartizado de la mujer colombiana.
Por otra parte, Juan Carlos Aguilar ingresó en prisión acusado de la muerte de dos prostitutas, una de ellas colombiana asesinada el mes pasado y otra nigeriana que falleció ayer tras haber sido torturada y permanecer varios días en coma.
Maureen Ada Otuya, de 29 años y natural de Nigeria, murió ayer en el hospital bilbaíno de Basurto, en el que fue ingresada el pasado domingo tras recibir una brutal paliza en el gimnasio que regenta el detenido.

La Ertzaintza no descarta que el falso maestro shaolín hubiese cometido más asesinatos

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