Karlos Cristóbal, el etarra que planeó asesinar a Fraga, queda en libertad tras 22 años de prisión

Karlos Cristóbal, el etarra que planeó asesinar a Fraga, queda en libertad tras 22 años de prisión
Anton Troitiño es juzgado por la Sección Primera de la Audiencia Nacional | zipi

El preso de ETA Karlos Cristóbal, uno de los tres miembros del comando “Galicia”, que planeó asesinar en 1996 al entonces presidente de la Xunta y fundador del PP, Manuel Fraga, quedó en libertad ayer, tras cumplir 22 años de prisión.
Karlos Cristóbal fue detenido en 1996 en Galicia, junto a otros dos miembros de la organización terrorista. En el momento de su arresto, los tres, antiguos integrantes del comando “Vizcaya”, tenían en su poder abundante documentación con cientos de nombres de posibles objetivos, entre ellos Manuel Fraga.

Comando “Galicia”
A Karlos Cristóbal se le imputaba su participación en el atentado contra la sede de Telefónica en Bilbao y contra un coche de la policía en la localidad vizcaína de Basauri. Finalmente, la Audiencia Nacional condenó a 45 años de prisión a cada uno de los tres componentes del denominado comando “Galicia”, por los delitos de integración en banda armada, depósito de armas y explosivos con finalidad terrorista, falsificación y conspiración
para el asesinato.
Por otra parte, el histórico etarra Anton Troitiño negó ayer que se reenganchara a las filas de la banda terrorista tras salir de prisión en abril de 2011 y huir a Londres. “No les he dado ni los buenos días. No tengo ni edad, ni tiempo ni la cabeza para eso”, afirmódurante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional.

Colectivo de refugiados
El fiscal Carlos Bautista pide para Troitiño una condena de 11 años de prisión por integración en organización terrorista al considerar que durante seis años vivió en Reino Unido bajo la “disciplina del colectivo de refugiados” de ETA.
Según el escrito de acusación, Troitiño “se puso de nuevo en contacto con la organización terrorista a fin de que le ayudara a huir de España y así hacer ineficaz la orden de busca y captura” dictada por la Audiencia Nacional. Con ello, añade el Ministerio Público, aceptó “una nueva integración y sometimiento a las instrucciones de la organización en relación con lo que denomina el colectivo de refugiados, que no es sino la rama que agrupa a sus militantes en países que no sean España o Francia”.
Durante su declaración, en la que solo respondió a preguntas de su abogado, el etarra contó que cuando salió de prisión y luego la Audiencia Nacional volvió a pedir su reingreso por un error en el cómputo de las condenas, él estaba en casa de su hija en Hendaya y “nadie” fue a buscarle allí.
Como él consideraba que volver a la cárcel era una “injusticia” porque ya había cumplido 24 años y se le había aplicado la doctrina Parot –de modo que opina que debería haber salido mucho antes de prisión–, decidió marcharse a Londres. Eso sí, negó haber seguido instrucciones de ETA a la hora de huir o sobre dónde vivir allí, y aseguró que los seis DNI falsos que se le incautaron allí se los facilitó un amigo suyo llamado Martin Zabaleta que falleció
hace año y medio.
Así, contestó negativamente a todas las preguntas que le hizo su letrado acerca de si contactó con ETA al salir de prisión o si la banda le dio alguna indicación. “Ni yo me puse en contacto con ellos, ni ellos se pusieron en contacto conmigo. Jamás he tenido contacto desde que he salido”, señaló.
Sobre su vida en Londres, Troitiño reconoció que estuvo viviendo con un condenado por colaboración con la banda terrorista, Iñaki Lerin.

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