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jueves | 25 abril | 2024
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, que permanece encarcelado en la prisión de Estremera, sugirió ayer un plan B para Carles Puigdemont, combinando una presidencia “simbólica” con otra “efectiva”, mientras que la CUP exigió cumplir la investidura acordada con JxCat y ERC.
En medio de las especulaciones sobre la posibilidad de que Puigdemont acabe dando un paso atrás para facilitar la investidura de un candidato alternativo de JxCat, Diario16.com publicó una entrevista con Junqueras, que respondió a las preguntas dictándolas a sus abogados y que dice esperar que Cataluña no se vea abocada a elecciones.
Un diputado electo
A la pregunta de si “es posible presidir la Generalitat desde el exilio”, en alusión a Puigdemont, Junqueras razona: “La cuestión es si el Parlament puede investir a un diputado electo. Ahí radica un principio democrático elemental, lo que no quita que las circunstancias puedan obligar o impedir que esa presidencia sea efectiva. Y que se deba combinar una presidencia legítima, aunque simbólica, con una ejecutiva”.
A su juicio, un problema parecido se produciría si se planteara que fuera él quien presidiera el Govern: “La prisión tiene muchas limitaciones. Vendría a ser lo mismo, en el fondo”, afirmó.
Distintos puntos de vista
Junqueras expresó su respeto hacia la postura de Puigdemont desde Bélgica, aunque admitió que “eso no quita que no haya distintos puntos de vista”.
“Hay que poner las luces largas, a menudo las cortas no te dejan ver todo el recorrido ni un horizonte”, recalcó Junqueras, que reconoció haberse sentido dolido por no haber podido participar en la campaña electoral del 21-D.
Por su parte, el presidente del Parlament, Roger Torrent, subrayó en Rac1 que Puigdemont “es y continuará siendo” su candidato a la presidencia de la Generalitat, aunque solo convocará la sesión de investidura si tiene garantías de que será “efectiva”.
Y mientras sobrevuela la posibilidad de un plan B, la CUP, que encajó con malestar la decisión de Torrent de aplazar la investidura de Puigdemont, lanzó ayer una advertencia a través de su diputado Vidal Aragonés: “Si alguien piensa que cuando tiene un acuerdo con la CUP se puede echar atrás, que se prepare”.
“Que se prepare para una campaña en la calle de denuncia, que se prepare para no tener los cuatro votos de la CUP”, alertó.
Por su parte, Junts per Catalunya (JxCat) instó ayer a ERC a “trabajar con rigor, sin hacer debates públicos innecesarios”, y a “no demorar” la investidura del presidente de la Generalitat, tal y como fue “acordada”.
JxCat invitó a ERC a que retome “el acuerdo de investidura, que contemplaba la elección del presidente del Parlament”, el republicano Roger Torrent, “y la investidura del president”, con Puigdemont como candidato.
El pasado martes, Torrent decidió aplazar la investidura de Puigdemont, pese a las protestas de JxCat, que ahora exige al presidente del Parlament que “no la demore”.
Para JxCat, “las máximas garantías” para llevar a cabo la investidura “las da el Parlamento de Cataluña y la mayoría absoluta de la cámara”. “El independentismo, unido, siempre encuentra soluciones y esta vez también lo haremos”, añadieron las mismas fuentes.
El “plan A”
En este sentido, la diputada del PDeCat en el Congreso Lourdes Ciuró repitió que Puigdemont fue el “plan A” de su partido y que continúa siéndolo, a pesar de los mensajes difundidos ayer por Telecinco en los que el candidato a la Generalitat reconoce que le han “sacrificado”.
La cadena televisiva aseguró ayer que Puigdemont envió estos mensajes de texto al diputado de ERC Toni Comín, uno de los fugados en Bélgica, en los que también admitía que el procés “ha caducado” y que el “plan de Moncloa ha triunfado”.
En declaraciones en los pasillos del Congreso, Ciuró ha subrayado que Puigdemont continúa siendo el candidato del PDeCat a la presidencia de la Generalitat.
“Nosotros nos hemos presentado a las elecciones con Puigdemont como presidente, fuimos a las elecciones con un plan A y el plan A es que Puigdemont sea nuestro candidato”, reiteró la diputada.
Ciuró también restó valor a esos mensajes del expresidente de la Generalitat al señalar que “él mismo aclaró el sentido” de lo que había dicho a Comín, en un texto que escribió en Twitter después de que se filtrara el contenido de la conversación y en el que afirmaba que pese a un momento de debilidad el proceso seguía adelante.
