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miércoles | 24 abril | 2024
La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela tomará declaración este jueves a Daniel Fernández Aceña, un sicario de los GAL condenado por el asesinato del ferroviario francés Jean Pierre Leiba en Hendaya en 1984 –al que confundieron con un integrante de ETA–, y que ha terminado viajando a zonas de conflicto para abrazar la yihad, según explican fuentes de la lucha antiterrorista.
La Guardia Civil detuvo ayer en Segovia a Aceña, natural de Irún y que había viajado a Afganistán, Siria y Palestina, “donde dijo haber estado dispuesto a cometer atentados suicidas si hubiera tenido la ocasión”, informó el Ministerio del Interior. Desde este verano sufrió un proceso de radicalización, hasta el punto de que “tenía la determinación de cometer un atentado terrorista”.
Daniel Fernández Aceña fue condenado por el asesinato del francés Jean Pierre Leiba, que trabajaba en la misma empresa en la que estaba empleado Juan Carlos García Goena, fallecido en 1987 tras activarse una bomba en el coche que conducía en el que fue el último atentado de los GAL.
espía
En 1999, Fernández Aceña admitió ante el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que había espiado a ciudadanos vascos en el sur de Francia y que sospechaba que esos datos pasaban después al servicio de información del Cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo (San Sebastián), en la época en la que era dirigido por Enrique Rodríguez Galindo.
Los investigadores, en coordinación con el Juzgado central número 3 de la Audiencia Nacional, consideran a Fernández Aceña como un individuo muy peligroso. En su arresto en Segovia participó la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil, ya que no descartaban que pudiera tener acceso a armas de fuego. También se registró otra vivienda en La Granja (Segovia), donde almacenaba efectos de interés para la investigación.
La Guardia Civil espera obtener elementos que ayuden a reconstruir posibles planes de Fernández Aceña para atentar, y si para su ejecución contaba con ayuda de terceras personas, ya sea en España o en otros países. También se investiga si mantenía algún tipo de conexión con personas integradas dentro de la dinámica de Daesh.
vídeos escabrosos
Entre el material incautado, los agentes encontraron vídeos “escabrosos”, que incluyen imágenes de decapitaciones y que el detenido poseía con el objetivo de “adoctrinar a otros” y continuar con su convencimiento, señaló la subdelegada del Gobierno en Segovia, Pilar Sanz.
El operativo comenzó entre las cuatro y las cinco de la madrugada de ayer. En primer lugar, la Guardia Civil registró una vivienda situada en el barrio de Santa Eulalia de la capital segoviana y posteriormente, se inició otro registro en un inmueble de la localidad de Valsaín.
extremismo
El detenido se había autoadoctrinado “en el extremismo religioso de carácter yihadista, realizaba labores de difusión de propaganda de Daesh y tenía la determinación de cometer un atentado terrorista”, informa Interior.
La investigación de la Guardia Civil permitió detectar la presencia de este individuo radicalizado, muy activo en redes sociales que actuaba en favor de organizaciones yihadistas. Desde el verano de este año había acelerado su proceso de radicalización, manifestando su apoyo a las acciones terroristas cometidas en Europa a lo largo de los últimos meses.
Según Interior, su alto nivel de radicalización le llevó, presuntamente, a intentar conseguir los medios para cometer un atentado terrorista, “estando dispuesto a realizar acciones suicidas de carácter indiscriminado contra medios de transporte”.
