Sánchez declara el estado de alarma en Madrid tras negarse Ayuso a su cierre

Sánchez declara el estado de alarma en Madrid tras negarse Ayuso a su cierre
La Policía Nacional y la Guardia Civil desplegaron controles para vigilar el cumplimiento de las restricciones a la movilidad | rodrigo jiménez

El Gobierno de Pedro Sánchez decretó ayer el estado de alarma en Madrid para poder mantener el confinamiento perimetral, al negarse la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, a pactar una fórmula legal que preservara el cierre ordenado por el Ministerio de Sanidad,  anulado este jueves por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad.  

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, pulsó el botón de emergencia mientras Ayuso pedía de nuevo tiempo, tras agotar las 24 horas que tuvo para presentar un plan alternativo y cuando ya se había esfumado el enésimo intento de mediación de su vicepresidente, Ignacio Aguado.  

Decisiones y cálculos repetidos, entre desencuentros y reproches en ambas direcciones, mientras el coronavirus sigue su letal camino, ajeno a las disputas políticas, con 261.762 contagios y 9.739 muertes en una región que desde el mes de agosto está por encima de los niveles de contagio que la Organización Mundial de la Salud considera alarmantes. 

El estado de alarma, aprobado sobre las 14.00 horas por el Consejo de Ministros por los 15 días fijados inicialmente por la ley, posibilita que siga vigente el confinamiento perimetral de Madrid y otras ocho ciudades de más de 100.000 habitantes de su conurbación: Alcobendas, Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles, Parla y Torrejón de Ardoz. Alcalá de Henares queda fuera al haber mejorado sus datos. 

Casi tres horas después, la medida entraba en vigor tras publicarse en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y se ponía en marcha la operación especial de control con unos 7.000 policías, que hasta entonces nada pudieron hacer por evitar las salidas habituales en un fin de semana, que en esta ocasión coincidía con el inicio del puente del 12 de octubre.  

Esa circunstancia pesó de forma especial en la urgencia de la medida adoptada por el Gobierno porque se trataba de evitar la salida de la capital de miles de madrileños hacia sus segundas viviendas o zonas de descanso en la costa o en el interior, ante el temor expresado por diversos presidente autonómicos. 

Por parte del Gobierno, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, defendió su estrategia jurídica. “La presidenta de Madrid ha decidido no hacer nada. Podemos cruzarnos de brazos o podemos frenar al virus... La paciencia tiene un límite. No hay más ciego que el que no quiere ver”, afirmó.  

Mientras, el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, afirmó que “cada día que pase pediremos, con datos, que se levante el estado de alarma”. 

Entretanto, la Fiscalía anunció que recurrirá el auto del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que dejaba sin efecto el confinamiento perimetral de diez municipios de la Comunidad de Madrid, incluida la capital, después de que sus homólogos de Castilla y León y Andalucía se pronunciaran en sentido contrario.

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