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viernes | 19 abril | 2024
El histórico dirigente socialista vasco José María “Txiki” Benegas falleció ayer a los 67 años tras una larga enfermedad y ha dejado huérfano al PSE porque fue un referente del autogobierno vasco, del primer gobierno de coalición con el PNV y del gran acuerdo vasco contra ETA, el Pacto de Ajuria Enea de 1988.
El empeoramiento de su salud en las últimas semanas tuvo como desenlace su muerte en un hospital de Madrid, aunque será trasladado a San Sebastián para ser enterrado mañana en un acto íntimo por deseo de sus familiares, aunque los socialistas vascos preparan un homenaje público para las próximas semanas.
Y es que la importancia de Benegas para el socialismo vasco es indiscutible hasta el punto de que levantó y construyó el PSE-EE desde la clandestinidad y convirtió este partido en la principal fuerza de la izquierda en Euskadi.
Acuerdos
Su papel también fue determinante a la hora de forjar acuerdos con el PNV. El hecho de que su padre fuese un abogado militante del PNV y vinculado al sindicato ELA quizás influyó en su afán por propiciar el acercamiento con el partido que lideraba Xabier Arzalluz, con quien mantuvo una excelente relación.
Benegas participó en los primeros pasos de la política vasca en democracia como consejero de Interior del Consejo General Vasco y estuvo a punto de ser el primer lehendakari socialista, cargo al que optó en dos ocasiones, en 1984 y 1986.
En esa última ocasión, aunque el PSE superó por dos escaños al PNV en el Parlamento Vasco, el candidato socialista no logró la presidencia del Gobierno Vasco al frustrarse un tripartito formado por el PSE, EA y Euskadiko Ezkerra (EE).
Oficialmente se dijo que el desencuentro se debió a la exigencia del traspaso a Euskadi de la gestión económica de la Seguridad Social pero pudo pesar más que EA y EE no querían un lehendakari no nacionalista.
Finalmente, el PSE llegó a un pacto con el PNV, con Ardanza como lehendakari, y Ramón Jaúregui como vicelehendakari.
El propio Benegas reconoció que en el 86 le fue imposible formar una mayoría porque nadie le apoyó, ni siquiera Euskadiko Ezkerra que posteriormente se fusionó con el PSE.
“Cuando se dice que cedimos (la Lehendakaritza al PNV) no es cierto, no pudimos, que es muy diferente”, aclaró Benegas, que no obstante 23 años más tarde pudo ver cómo su compañero de partido, Patxi López, logró ser el primer lehendakari socialista.
Otra de las facetas que destacaron ayer dirigentes socialistas, del PNV y también del PP es el importante papel que jugó en la lucha contra ETA.
Dirigentes del PNV elogiaron su trabajo en favor del Pacto de Ajuria Enea, el primer gran acuerdo vasco contra el terrorismo etarra, y también su influencia en el PSOE durante las conversaciones que el socialista Jesús Eguiguren mantuvo con ETA para tratar de acabar con el terrorismo.
Uno de los momentos más terribles para él fue precisamente el asesinato del senador socialista Enrique Casas por los Comandos Autónomos Anticapitalistas en 1984.
Su afán por el entendimiento hizo que, desde ámbitos políticos opuestos, le definan como un negociador incansable, un luchador por la libertad, un político de raza y un hombre leal, que daba moral a todos en los tiempos duros del terrorismo.
El propio Mariano Rajoy recordó que en 1992, cuando Benegas y él eran vicesecretarios de sus partidos, estuvieron negociando el pacto autonómico que luego fue decisivo para el Estado de las Autonomías en España.
Su papel en la política vasca, desde la elaboración del Estatuto de Gernika, y su entente con el PNV durante años hacen que hoy muchos reconozcan que no se puede contar la historia de la Transición y de los últimos años en Euskadi sin hablar del que era el diputado socialista más veterano del Congreso.
