El presunto testaferro de Correa se enfadó con él por una operación sospechosa

El presunto testaferro de Correa se enfadó con él por una operación sospechosa
Francisco Correa, presunto cabecilla de la trama Gürtel, a su llegada acompañado por la Guardia Civil al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. EFE/Archivo

Jesús Calvo Soria, presunto testaferro del líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, negó al juez haber desempeñado esta función y añadió que se enfadó con él por una "operación encubierta" de 240.000 euros que supuestamente sirvió para pagar comisiones a los miembros de la red corrupta.

Calvo Soria aseguró el pasado 13 de febrero al juez del caso Gürtel en la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que no recuerda haber estampado su firma en la constitución de algunas de las sociedades vinculadas a Correa y que, en todo caso, nunca gestionó estas empresas, según el audio de la declaración al que ha tenido acceso Efe.

La fiscal le preguntó por varias sociedades de la trama en las que figura como administrador, entre ellas Caroqui S.L., pero Calvo Soria se desvinculó de ellas, aunque reconoció su firma en los documentos de constitución.

"No hice después nada con todas estas empresas, de eso sí que estoy seguro. Estas firmas parece que son mías, pero tengo claro que no hice nada con Luis de Miguel", dijo en referencia a este abogado imputado en Gürtel, a quien citó como posible responsable de su implicación en las sociedades.

Calvo Soria , que trabajó como interventor de Hacienda y representante de la Comunidad de Madrid en Bruselas (aunque reconoció al juez que no sabe inglés ni francés), explicó a Ruz que cuando decidió dedicarse a la actividad privada acudió a De Miguel para que le "montase alguna empresa".

Preguntado por la fiscal si Correa le solicitó que figurara como administrador en las sociedades, contestó que no lo recordaba, y añadió luego que "nunca" se ha prestado a ello.

"Es más, la desconfianza hacia mí (por parte de Correa) era absoluta, lo cual me parece muy bien porque le reconozco que para determinadas cosas soy muy irascible", afirmó el imputado.

Calvo Soria sí admitió haber administrado la sociedad Lujeca, en relación a la cual la Fiscalía investiga una transferencia de 240.000 euros por parte de la empresa británica Rustfeld -vinculada a Correa-, dinero que acabó en manos del contable de la trama, José Luis Izquierdo, quien supuestamente lo repartió entre Correa, el exalcalde de Pozuelo Jesús Sepúlveda y el empresario Plácido Vázquez.

Calvo Soria afirmó que esta operación (el dinero entró en Lujeca el 17 de junio de 2003 y salió dos días después mediante un cheque bancario firmado por él) le dejó "un poquito con las orejas hacia arriba" y que él interpretó que le habían ingresado la cantidad por error.

Por ello, argumentó que el cheque a nombre de Izquierdo que él firmó fue la manera de devolver el dinero ingresado incorrectamente.

Explicó que Correa le pidió que "exonerase de Hacienda" ese dinero y él se negó a hacerlo, lo que provocó que "los niveles de enfrentamiento" con Correa subieran "de tono".

"De malas maneras me encaloné, lo devolví y luego me cortaron la cabeza un año y medio después", dijo respecto a su posterior cese como administrador de Lujeca, cuando pidió que también -agregó- se cesara al contable de la sociedad "porque ya estaba bien de historias".

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