La convocatoria se publicará a lo largo de este año y el acceso a las plazas tendrá lugar en 2013.
Los candidatos tendrán que superar las pruebas selectivas, acreditar su discapacidad y demostrar la compatibilidad con el tipo de funciones que conlleva la responsabilidad a la que aspira.
La distribución de las plazas de la convocatoria 2012-2013 entre las distintas titulaciones se llevará a cabo de forma global, y los ejercicios a realizar, los criterios de calificación y la puntuación necesaria para superar las pruebas serán los mismos para todos los aspirantes, cualquiera que sea el turno, ordinario, o para personas con discapacidad, sin perjuicio de las adaptaciones, ajustes o apoyos complementarios que procedan en cada caso.
Las medidas de acción positiva que adoptará el Gobierno pretenden lograr un equilibrio entre los principios de igualdad, mérito y capacidad.
Cada aspirante a las plazas con discapacidad elegirá la plaza y la especialidad que considere compatible con si situación particular, sin prejuicio del resultado del reconocimiento médico al que se someta (al igual que sucede con el resto de aspirantes).