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jueves | 25 abril | 2024
"ETA ha tomado una decisión y todos los militantes de ETA la van a seguir porque es una decisión adoptada colectivamente", declaró Albisu en la primera jornada del juicio en apelación que se desarrolla contra él y contra su compañera, la exresponsable de las finanzas de la organización, María Soledad Iparraguirre.
Preguntado por el presidente del Tribunal de lo Criminal de París, Pascal Lemoine, sobre si el abandono de la lucha armada fue por convicción en la pertinencia de un giro estratégico o por el debilitamiento operativo de la banda ante las operaciones policiales en Francia y España, no quiso responder directamente y se escudó señalando: "no estoy autorizado a hablar de los debates" internos delante de la prensa.
"Yo, como militante de ETA, asumo", añadió antes de puntualizar que el cambio de orientación está en la línea de las directrices de la conferencia internacional de octubre del pasado año en San Sebastián, y también que "nadie sabe si es una decisión correcta o incorrecta".
En cualquier caso, se quejó de la respuesta que habían recibido de los gobiernos español y francés, en particular lamentó la actitud del Ejecutivo socialista de François Hollande, y para ilustrarlo se refirió a la entrega a España de la exdirigente de Batasuna Aurore Martin, de nacionalidad francesa.
"Los franceses están demasiado contagiados por la estrategia de los españoles", comentó aludiendo al ministro del Interior, Manuel Valls, del que recordó su origen catalán.
El fiscal, Jean-François Ricard, le reprochó que mientras esta mañana en una declaración él e Iparraguirre habían insistido en que la situación en el País Vasco había cambiado con el anuncio de ETA de hace un año, ambos se continúan negando a dar explicaciones sobre su implicación en los delitos por los que se los está juzgando.
"¿Todo ha cambiado y nada ha cambiado?", le espetó Ricard.
El que fuera responsable político contestó que la organización no le ha "autorizado" a dar detalles sobre la actividad clandestina y se limitó a indicar: "estoy aquí porque soy militante de ETA", que "todo lo que he hecho lo he hecho en tanto que militante de ETA, con los medios que me ha puesto".
En cuanto a la estructura de la banda, insistió en rechazar la idea de un líder supremo: "no hay número uno en ETA, nunca ha habido, eso son invenciones de la prensa". También en que "no hay jefes".
Afirmó que a lo largo de su historia "hay más de 20.000 personas que han pasado por ETA".
Durante la sesión de la tarde, la primera parte estuvo dedicada al examen de la personalidad de los dos encausados, que en primera instancia hace ahora dos años fueron condenados cada uno a 20 años de cárcel en tanto que dirigentes de la organización terrorista.
A ese respecto, tanto Albisu, alias "Mikel Antza", como Iparraguirre, alias "Anboto", dieron informaciones sobre su biografía sólo hasta el momento en que pasaron a la clandestinidad y sobre su estancia en prisión desde su arresto el 3 de octubre de 2004 en Salies de Béarn, al suroeste de Francia.
