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martes | 23 abril | 2024
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, afirmó ayer que el norte de África, desde Oriente Próximo hasta Marruecos, se ha convertido en una región de “esperanza” con la primavera árabe, pero advirtió de que también ha pasado a ser un foco de “riesgo” y de preocupación para la seguridad de España.
Morenés expuso esta conclusión en la presentación ante los medios de la nueva Directiva de Defensa Nacional, el documento que evalúa los riesgos y amenazas para España y fija la estrategia para hacer frente a ellos durante los próximos años.
El ministro comentó que en todo el Magreb, incluido Marruecos, y en otros países árabes, como Siria y Egipto, está habiendo un “fenómeno político lleno de esperanza y también de riesgo” que, según subrayó, su departamento está estudiando con “gran cercanía”.
“Todo puede salir muy bien, pero, como vemos en algunos sitios, la situación de apertura lleva a unas tensiones enormes que en Libia están produciendo espantosos resultados. Es un asunto que nos preocupa extraordinariamente”, reconoció.
mali
Morenés también destacó como zona de riesgo para España la región del Sahel –la franja que cruza desde el África Occidental hasta Somalia al sur del Sáhara– y, en especial, la consolidación en el norte de Mali de grupos terroristas yihadistas.
Morenés destaca
el aspecto más peligroso de la primavera árabe
“Nuestros intereses como nación, de tipo político, económico y de seguridad, hoy se establecen en escenarios muy lejanos de lo que es el territorio nacional. La seguridad de España empieza mucho más lejos de España de lo que ocurría hace diez años”, concluyó.
En el actual contexto de recortes presupuestarios, Morenés garantizó que el Gobierno no escatimará esfuerzos para garantizar la protección del país de manera más eficiente.
“Haremos todo lo que tengamos que hacer para que España no vea menguada su seguridad”, enfatizó Morenés, quien recordó que no existe una protección “ideal”, como quedó patente con los atentados del 11-S en Estados Unidos.
El titular de Defensa pidió “mirar de frente” los desafíos actuales y “no improvisar la seguridad”. “Toda la sociedad debe entenderlo así”, añadió. Opinó que este reto requiere “buenos recursos humanos y materiales” y también un presupuesto adecuado, aunque admitió que en el actual contexto, “no va a ser fácil”.
La nueva Directiva de Defensa Nacional, cuyo texto analizaron el martes, el rey y el Gobierno, incluye por primera vez la crisis económica y las reducciones presupuestarias como una amenaza para la seguridad nacional.
Morenés hizo hincapié en que los recortes no pueden afectar a la alianza que España tiene entablada en la UE y la OTAN.
aliado creíble
A su juicio, para ser un aliado “creíble”, España debe ser un socio “fuerte” dotado con una defensa “eficiente y eficaz”. “España tiene que estar en el mundo. Tenemos la responsabilidad de contribuir a un mundo estable. No podemos ser irresponsables o el eslabón más débil de la cadena de generación de estabilidad del mundo. Tenemos que hacer las cosas bien y adaptar nuestras capacidades a la realidad de los escenarios en los que nos estamos moviendo”, argumentó.
Además de las zonas que inquietan más a España, Morenés destacó la preocupación por el cambio de política de defensa que está llevando a cabo Estados Unidos, al estar derivando el grueso de sus capacidades hacia Oriente Próximo y la región de Asia-Pacífico.
En su opinión, esta estrategia supone un “cierto vaciamiento de la corresponsabilidad de EEUU en el ámbito atlántico”, lo que obliga a los países de la UE y a otros socios de la OTAN a reforzar su atención sobre regiones como el Mediterráneo.
También mostró su inquietud por el impacto del narcotráfico y el terrorismo en Iberoamérica, fenómenos que, a su entender, podrían “incluso desestabilizar estados”. n
