11º-16º
martes | 16 abril | 2024
Los grupos de CiU, ERC, PSC e ICV-EUiA pactaron ayer finalmente una resolución conjunta de acuerdo con el manifiesto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir elaborado por el expresidente del Parlament Joan Rigol, que defiende el ejercicio del derecho a decidir de Cataluña.
La propuesta de resolución, que fue acordada en el marco del debate de política general del Parlament y que se votará hoy, aboga por un diálogo urgente con el Estado para lograr que los catalanes decidan sobre la “institucionalización política” de Cataluña y vincula el ejercicio del derecho a decidir a la “mejora de la condición de vida individual y colectiva”.
El documento es un resumen del manifiesto que redactó Rigol como documento fundacional del Pacto Nacional, la plataforma de entidades, instituciones y partidos favorables a la consulta de la que forman parte CiU, ERC, ICV-EUiA, pero no el PSC.
Sin embargo, los socialistas ya avanzaron hace unos días que suscribían la filosofía del texto de Rigol, así que ya avanzaron que apoyarían el manifiesto si se convertía en resolución en el pleno del debate de política general, lo que no quiere decir que se sume al Pacto Nacional.
Por su parte, Artur Mas marcó distancias con cualquier “tercera vía” en el debate sobre una Cataluña independiente, ya sea la propuesta confederal de su socio Josep Antoni Duran Lleida o la reforma constitucional que proponen los socialistas, tras “cien años” de intentos que “no han funcionado”.
Posiciones
La segunda jornada del debate de política general en Cataluña sirvió para que todos los líderes políticos catalanes se hayan posicionado sobre la hoja de ruta soberanista de Mas y su gestión al frente del Govern, una oposición que ha sido más nítida en los casos del PPC y PSC que en el de ERC, que apoya a CiU en el Parlament pero cuyo líder, Oriol Junqueras, es formalmente el jefe de la oposición.
otra parte, la líder del Partido Popular de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, advirtió en un agrio debate con Mas que no le permitirá que insulte al Gobierno y a los españoles como si fueran “unos perdonavidas e ignorantes”, y le acusó de plantear el “desafío más peligroso en la historia constitucional de España” con su apuesta por una consulta independentista.
