Una bomba en un centro de menores pone el foco en los discursos de odio

Una bomba en un centro de menores pone el foco en los discursos de odio
Puerta principal del Centro de Menores de Hortaleza donde la policía investiga el lanzamiento de una granada al patio del mismo, en Madrid (España), a 4 de diciembre de 2019. 04 diciembre 2019, MENAS, HORTALEZA, GRANADA, CENTRO DE MENORES.

El centro de menores del madrileño barrio de Hortaleza fue desalojado ayer por la Policía tras el lanzamiento desde el exterior de un artefacto explosivo, una granada de entrenamiento sin carga que fue detonada de forma controlada por los Tedax.

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, achacó este tipo de incidencias a los discursos “de odio y de intolerancia”, una voz a la que se sumaron representantes políticos de otras formaciones como IU, Unidas Podemos o Más Madrid. Este último señaló a la portavoz de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, que visitó la zona el pasado mes de octubre para denunciar inseguridad.

Las patrullas policiales acudieron al centro a primera hora tras un aviso de la dirección, que aseguraba haber encontrado un paquete sospechoso, al parecer arrojado desde fuera del inmueble al patio, dentro de una bolsa. Fuentes policiales explicaron que interpretan este suceso como un “aviso” y que la granada que detonaron no llevaba carga. Los residentes expresaron su miedo e indignación tras el desalojo de las instalaciones: “Nos sentimos un poco desprotegidos, estar sin padre, sin madre, en un centro de menores y que pongan una bomba...”, afirmó Elena, una joven dominicana que en pocos meses cumplirá la mayoría de edad.

“Hemos tenido mucho miedo. Nos han evacuado y después hemos escuchado la explosión con un sonido muy fuerte”, explicó otro de estos residentes de nacionalidad magrebí. Para los vecinos de la zona esta situación “no es excepcional”, ya que la policía acude frecuentemente al centro, comentó una viandante.

No se trata del primer incidente que se vive en el centro, en el que habita un centenar de menores, ya que el pasado mes de noviembre se contabilizaron al menos tres agresiones. Por eso la Policía Nacional y la Municipal reforzaron su presencia en la zona. Rocío Monasterio acudió en octubre al barrio, a cuyos vecinos consideró “atemorizados” por estos menores y por lo que exigió al Gobierno regional que no abriera más centros de este tipo. Tras conocerse los hechos, el ministro del Interior achacó a los discursos “de odio y de intolerancia” este ataque y advirtió a aquellos “que lanzan manifestaciones verbales creyendo que no tienen efectos”, pero que son llamadas “a la xenofobia y a la discriminación”.

Los representantes en el Congreso de los Diputados hicieron hincapié en “la violencia del discurso racista de las extremas derechas españolas”, según el líder de IU, Alberto Garzón, y “a la extrema derecha violenta e inhumana” para la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, como la consecuencia del ataque.

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