Las bases apoyan a Iglesias y Montero con una participación récord de 188.176 votantes

Las bases de Podemos respaldaron la continuidad de Pablo Iglesias e Irene Montero al frente de la secretaría general y de la portavocía de la formación en el Congreso con un 68,42% de votos a favor y un 31,58% en contra, y una participación récord en el proceso interno de 188.176 votos.
La consulta a los inscritos de la formación morada sobre la “credibilidad” de Iglesias y Montero fue promovida por ellos mismos tras publicarse en los medios fotos y datos de la vivienda que ambos compraron en la localidad madrileña de Galapagar.
La participación era una de las claves, porque Pablo Iglesias había redoblado su apuesta al anunciar que una baja participación les obligaría a dimitir.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, publicó los resultados del proceso en su cuenta personal de la red social Facebook.

Votaron a favor de la continuidad de Iglesias y Montero 128.300 inscritos (68,42%), mientras que 59.224 (31,58%) opinan que deben dimitir.
Si se comparan las cifras con el proceso de Vistalegre II, en el que Iglesias fue ratificado al frente del partido con 155.000 apoyos, el secretario general de Podemos cosechó un respaldo mucho menor entre las bases en esta ocasión, ya que entonces renovó su mandato con casi el 90 por ciento de los votos.

Según los datos facilitados por Echenique, en el recuento de los votos participó un Comité Electoral formado por representantes del Equipo de Informática, de la Secretaría de Organización y de la Comisión de Garantías y cuatro personas del Consejo de Coordinación de Podemos –Gloria Elizo, Pablo Bustinduy, Idoia Villanueva y el propio Echenique–.
El secretario de Organización no mencionó si hubo una auditoría externa en el recuento de los votos. La pregunta que tenían que responder los inscritos era: “¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la Secretaría General y de la Portavocía parlamentaria de Podemos?”.
No se hizo mención en ella a la vivienda de Galapagar porque ambos dirigentes insisten en que no están consultando a las bases sobre la casa en la que quieren vivir, sino sobre si con sus circunstancias y decisiones personales mantienen la credibilidad para seguir en sus puestos.